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Edificios inteligentes: la inmótica y la urbótica

Edificios inteligentes: la inmótica y la urbótica

Escrito por Emiliano Soneira

La Domótica

La domótica es un sistema capaz de automatizar una vivienda, edificio y por qué no una ciudad. Aporta servicios de gestión energética, seguridad, bienestar cuyo control goza de cierta ubicación, desde dentro  o lejos de la instalación. Se puede definir como la integración de la tecnología en el diseño inteligente de un recinto cerrado. Este término es ampliamente utilizado en la actualidad, aunque a veces en forma incorrecta, ya que se usa casi siempre para indicar cualquier tipo de automatización. Poco a poco la domótica está introduciéndose en las comunidades y esto ha dado lugar al término edificios inteligentes.

La inmotica

La inmótica es el conjunto de tecnologías aplicadas al control y la automatización de edificios inteligentes no destinados a vivienda, como hoteles, centros comerciales, escuelas, universidades, hospitales y todos los edificios terciarios, permitiendo una gestión eficiente del uso de la energía, además de aportar seguridad, confort, y comunicación entre el usuario y el sistema.

La gestión de la energía es una condición para la regulación, supervisión, optimización y para soportar las acciones correctivas y preventivas que mejoren la eficiencia energética de los edificios. El término inmótica surge de la unión de dos términos “inmueble” y “automatismo” y se refiere a la automatización de los edificios, a través de una serie de soluciones que facilitan una gestión integral de los mismos “la inmótica» es al inmueble, lo que la domótica es a la vivienda los objetivos que persigue la inmótica, al igual que la domótica son reducir el consumo de energías y aumentar el confort en los edificios inteligentes como de las personas que allí se encuentran. El control energético automático es imprescindible en los edificios terciarios debido a los derroches de energías que suelen producir.

Por ejemplo los establecimientos hoteleros utilizan una significativa cantidad de energía eléctrica y agua para suministrar servicios a sus huéspedes. La factura de estos servicios supone un alto costo para cualquier hotel, y dependiendo del tipo de establecimiento, puede suponer la segunda o la tercera partida más importante en sus cuentas, ante esto, los edificios inteligente abren una ventana al ahorro significativo en la gestión de los sevicios de electricidad y otros. En definitiva aplicando parámetro de eficiencia energética

La urbótica

El termino urbótica es una palabra que proviene del vocablo latino “urbs” que significa “ciudad” y el vocablo griego “tica” que significa “funciona por si sola”. La urbótica se define como la agrupación de servicios e instalaciones públicos urbanas que están sistematizadas con el objeto de lograr una mejor administración en el área energética, seguridad, y bienestar. Por lo tanto la urbótica podría definirse como la unificación de la tecnología en el proyecto inteligente de una cuidad.

El uso de nuevas tecnologías en el campo del urbanismo (en la gestión del territorio) comporta un cambio radical de la lógica de intervención del sector público. El concepto de urbótica, o sea, el desarrollo de sistemas inteligentes integrados a nivel urbano, hace indispensable la necesidad de replantearse la lógica de intervención en dicho contexto; no se trata de agregar automatismos a la gestión y al control de la ciudad (como en el caso de los relevadores de velocidad, de emisión de agentes contaminantes, etc.) sino de un re-pensamiento radical que parte desde el análisis, la proyección, la ejecución, la puesta en servicio y la evaluación de todo el proceso de ordenamiento territorial. En la actualidad muchas empresas trabajan en escenarios de desarrollo urbano altamente tecnificados en los siguientes ámbitos:

  • Servicios urbanos como garajes subterráneos o de superficie.
  • Transporte publico.
  • Gestión del trasporte privado.
  • Seguridad.
  • Sistemas de información al usuario de la ciudad.

La urbótica cumple un papel fundamental en ciudades y edificios inteligentes, debido a que se encarga de captar información del medio a través de cámaras y sensores, luego procesa y analiza esa información para tomar decisiones y posteriormente ejecuta las acciones correspondientes, optimizando recursos y aumentando la eficiencia en el consumo energético.

Es muy importante dejar claro que la función de la urbótica va más allá de la automatización de servicios e instalaciones públicas, pues es fundamental que todos estos sistemas estén integrados, es decir, que todos hablen el mismo idioma, que manejen el mismo protocolo de comunicación, para que puedan intercambiar información y de esta manera permitir, por ejemplo, que la información que capta una cámara del sistema de seguridad pueda ser utilizada por el sistema de gestión de tráfico o por el sistema de gestión de iluminación pública para realizar alguna acción específica. En este mismo sentido, en una “ciudad inteligente” también se deben integrar la domótica y la inmótica a la domótica para intercambiar información con los sistemas del consumidor final (viviendas y edificios) que al fin y al cabo es el actor principal de una ciudad.

Sin duda nos espera un futuro cargado de novedades tecnológicas en el campo de la domótica, inmótica y urbótica.