4 trucos para fortalecer tu sistema inmunológico este otoño
Con la llegada del otoño y los cambios de temperatura tan temidos, nuestro organismo comienza a resentirse y nos pide a gritos una dosis extra de recursos para combatir los ejércitos de virus, bacterias, y otros microorganismos, que vienen a colonizarnos. ¿Qué podemos hacer para hacerles frente? La respuesta es sencilla, prepararnos a conciencia para fortalecer nuestro sistema inmune. ¡Te contamos el cómo!
El otoño es el período que comprende los meses de septiembre, octubre y noviembre en el hemisferio norte, el que nos ocupa. Investigando acerca de esta estación del año, encontramos que, durante esta estación la temperatura comienza a descender. Las hojas de los árboles caducos cambian su color verde por tonos ocres, hasta que se secan y caen ayudadas por el viento que sopla con mayor fuerza.
Es frecuente que pueda aparecer en esta fecha la conocida como astenia otoñal. En los últimos tiempos se ha vinculado esta patología en el ámbito de las melancolías de origen exógeno y de las fatigas a causa de la reducción de horas de luz de sol. Aunque de forma más común, aparecen trastornos relacionados con la bajada de temperaturas y predominancia de la humedad. Pueden afectar en forma de asma o reuma en grupos poblacionales más sensibles a estas enfermedades, pero lo más habitual es que aparezcan resfriados a causa de virus y bacterias oportunistas que aprovechan este descenso de temperaturas. ¿Estamos preparados para combatirlos?
Trucos para fortalecer el sistema inmulógico
Para plantarles cara y evitar al máximo caer en sus redes, hemos preparado una serie de trucos y consejos que nos permitan estar listos para defendernos.
Éste es el papel que juega el sistema inmune.
1. La fermentación
La fermentación es un proceso a través del cual un producto se transforma y cambia sus propiedades organolépticas debido a la acción de microorganismos. Se da cuando ciertas bacterias, presentes de forma natural o añadidas, encuentran un entorno propicio para proliferar gracias a los azúcares de alimentos tan comunes como el pan, los yogures o la cerveza, y generan productos que neutralizan la acción de microorganismos dañinos que podrían propiciar la aparición de moho y el deterioro de los alimentos.
Los alimentos fermentados generan beneficios directos e indirectos sobre nuestro organismo.
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Efecto directo: generado por los microorganismos vivos ingeridos sobre el huésped (efecto probiótico).
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Efecto indirecto: resultante de la ingestión de los productos bioactivos, como vitaminas,
2. Infusión de jengibre, limón y miel: un remedio natural
El jengibre es un alimento de múltiples beneficios para la salud que las antiguas generaciones ya usaban para combatir todo tipo de enfermedades, entre ellas las congestiones en las vías respiratorias. Es capaz de despejar las fosas nasales y actuar como buen expectorante. Además, ayuda a regular la temperatura corporal, cuyos desequilibrios son causa de muchas enfermedades otoñales. Combinado con unas gotas o una rodaja de limón, rico en vitamina C, y una cucharadita de miel, que destaca por sus propiedades antisépticas, tenemos en esta infusión un remedio perfecto para este otoño.
3. Descanso
Si no descansas lo suficiente, puedes sentir más fatiga o cansancio a lo largo del día, algo que en cualquier cosa que hagas te puede llegar a afectar considerablemente. Para rendir al 100% has de descansar correctamente. Para ello, trata de irte a dormir calculando que descansarás unas 8h, libera tu mente de pensamientos relacionados con el trabajo o preocupaciones del día a días unas horas antes de irte a la cama, sentirás qu tu mente está mejor preparada para recibir un sueño reparador y te levantarás con mejor energía y un agradable buen humor.
Vigila el estado de tu colchón, almohada y no olvides comenzar a bajar las mantas del altillo o trastero, pues el frío puede llegar en cualquier momento.
4. Vahos con eucalipto
El aceite esencial que podemos sacar de las hojas del eucalipto es muy adecuado para tratar los catarros, tan típicos del otoño, así como para prevenirlos. Podemos usar extractos de eucalipto o preparar una infusión casera nosotros mismos comprando unas hojas secas, las cuales podemos hervir y tomar calentitas. Por otro lado, también debemos destacar que estas mismas infusiones se pueden usar para abrir las vías respiratorias en caso de estar resfriado. Las inhalaciones con vapores de eucalipto son de lo más adecuadas tanto para los pequeños de la familia como para los adultos cuando la bajada de temperaturas nos comienza a afectar.
Éstos y otros trucos pueden resultar de lo más útil para el otoño pero no olvidemos resaltar que, pese a ponerlos en práctica, la tónica de nuestra vida debe ser la alimentación saludable y los buenos hábitos, como el ejercicio, la vida activa o el buen humor.
Tratemos de trabajar todas las facetas para estar siempre sanos, activos y felices. Nos costará muy poco y obtendremos siempre los mejores beneficios.
Escrito por Noemí Ojeda