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8 consejos para prevenir la hipertensión arterial

8 consejos para prevenir la hipertensión arterial

Cuidar de nuestra salud es algo que está en nuestras manos. Mantener nuestra calidad de vida puede no ser complicado siempre y cuando nos cuidemos y sigamos una buena alimentación y mantengamos una vida activa. Existen varias patologías, algunas de ellas silenciosas, que pueden dar la cara cuando es demasiado tarde. La hipertensión arterial es una de ellas. Veamos en que consiste y sobre todo, como prevenirla.

Hipertensión arterial

Según describe la OMS (Organización Mundial de la Salud), “la hipertensión, también conocida como tensión arterial alta o elevada, es un trastorno en el que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta, lo que puede dañarlos. Cada vez que el corazón late, bombea sangre a los vasos, que llevan la sangre a todas las partes del cuerpo. La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos (arterias) al ser bombeada por el corazón. Cuanta más alta es la tensión, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear. La mayoría de las personas con hipertensión no muestra ningún síntoma. En ocasiones, la hipertensión causa síntomas como dolor de cabeza, dificultad respiratoria, vértigos, dolor torácico, palpitaciones del corazón y hemorragias nasales, pero no siempre. Si no se controla, la hipertensión puede provocar un infarto de miocardio, un ensanchamiento del corazón y, a la larga, una insuficiencia cardiaca.”

Para nombrar la presión arterial se designan dos números. El número más alto es la presión arterial sistólica es la máxima presión que se alcanza durante la sístole (contracción). El número inferior se llama presión arterial diastólica: ésta es la mínima presión de la sangre contra las arterias y ocurre durante la diástole (relajación). Veamos los parámetros considerados normales, siempre y cuando se hable de una persona sana.

  • Una presión arterial normal es cuando la presión arterial es menor a 120/80 mm Hg la mayoría de las veces.

  • Una presión arterial alta (hipertensión) es cuando la presión arterial es de 140/90 mm Hg o mayor la mayoría de las veces.

  • Si los valores de su presión arterial son de 120/80 o más, pero no alcanzan140/90, esto se denomina prehipertensión.

En el 95% de los casos de hipertensión, no existe causa orgánica. Algunos de los factores que sí se ha demostrado que juegan un papel importante en padecer hipertensión arterial, son disposiciones hereditarias y factores de riesgo externos como obesidad, estrés y consumo excesivo de alcohol y sal. La hipertensión no tratada puede producir diversos daños orgánicos. El corazón es uno de los principales órganos que se ve afectado; cuanto más elevada es la presión arterial, más tiene ha de  trabajar el corazón, a fin de bombear la sangre a la aorta (arteria principal). Con el paso del tiempo, la musculatura cardiaca ha de adaptarse a este aumento de estrés y se ensancha, teniendo como consecuencia principal  una hipertrofia del músculo cardiaco. Es lo que se llama «corazón hipertenso».  La hipertensión no tratada también  puede causar daños al cerebro acarreando un mayor riesgo de sufrir un ICTUS. Si vemos la afectación de los riñones, veremos que el aumento de la tensión arterial puede causar afectación de para los vasos sanguíneos más pequeños en los riñones, que participan en el sistema de filtración renal: nefroesclerosis. Los descritos anteriormente son los principales daños que puede causar la hipertensión arterial, no obstante, no son los únicos, pudiendo producir entre otros trastornos de la visión y afectación de la retina.

Tras lo descrito hasta el momento, podemos considerar que es sencillo mantener una presión arterial controlada. A continuación se describen los consejos a seguir para prevenir aumentos de las cifras de tensión arterial.

  1. Mantener el peso dentro de un IMC correcto; llevar una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, y reducida en grasas y alimentos ricos en colesterol.

  2. Realizar actividad diaria. No ha de ser ejercicio intenso, lo importante es la regularidad. Por ejemplo caminar veinte minutos diarios puede ayudarnos a prevenir las consecuencias de la tensión arterial elevada.

  3. Limitar el consumo de sal.

  4. Evitar el consumo de bebidas alcohólicas. La ingesta de alcohol puede aumentar la presión arterial. También añade calorías a nuestra dieta.

  5. Eliminar el consumo de tabaco.

  6. Reducir el consumo de grasas de origen animal.

  7. Realizar visitas periódicas a su médico, a fin de mantener buenos controles.

  8. Controlar, en la medida de lo posible, el estrés.

Como podemos observar, los consejos a seguir para cuidar de nuestra salud no son complicados. Llevarlos a cabo nos puede ayudar a prevenir graves consecuencias en un futuro. Hemos de tener siempre presente que, ante cualquier duda, hay que acudir a su médico para valoración, y que la medicación para tratar la hipertensión arterial ha de estar sujeta a prescripción médica. ¿Nos animamos a poner en práctica los consejos saludables y cuidar de nuestra salud?

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Escrito por Laura Garbayo

Laura Garbayo Hermoso. Licenciada en Bioquímica, Diplomada en Enfermería. Máster en Enfermería Escolar y Máster en Urgencias. Durante mis más de cinco años de ejercicio como enfermera en el servicio de urgencias del Hospital de Barcelona, he procurado no abandonar mi otra vocación profesional, la docencia, la cual vengo desempeñando desde el año 2004. De este modo tengo  la oportunidad de aunar mis dos perfiles profesionales, por los que siento absoluta devoción.
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