Alimentos ecológicos. ¿Qué nos aportan?
¿Qué son los alimentos ecológicos?
Según el REGLAMENTO (UE) 2018/848 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 30 de mayo de 2018 la producción ecológica es un sistema general de gestión agrícola y producción de alimentos que combina las mejores prácticas en materia de medio ambiente y clima, un elevado nivel de biodiversidad, la conservación de los recursos naturales y la aplicación de normas exigentes sobre bienestar animal y sobre producción que responden a la demanda, expresada por un creciente número de consumidores, de productos obtenidos a partir de sustancias y procesos naturales. Así pues, la producción ecológica desempeña un papel social doble aprovisionando, por un lado, un mercado específico que responde a una demanda de productos ecológicos por parte de los consumidores y, por otro, proporcionando al público bienes que contribuyen a la protección del medio ambiente, al bienestar animal y al desarrollo rural.
¿Qué requisitos debe cumplir un producto para ser considerado ecológico?
No cualquier producto puede considerarse ecológico, tanto la legislación europea como la española regulan detalladamente las características que deben tener estos productos para considerarse ecológicos. Básicamente, los parámetros que debe cumplir un producto para ser identificado como ecológico son los siguientes:
- No pueden ser tratados con pesticidas, sustancias o aditivos químicos.
- Las técnicas utilizadas no deben ser contaminantes y tienen que ser respetuosas con el medio ambiente.
- Solo pueden usarse abonos orgánicos, nunca fertilizantes químicos.
- En la cría animal, no hablaríamos de productos ecológicos si se usan hormonas, estimulantes y antibióticos. La alimentación debe ser estrictamente natural.
- Entre los métodos de producción y extracción no puede haber ningún factor que pueda alterar los ecosistemas.
Si se cumplen estos requisitos, el producto estará identificado con la etiqueta de “Agricultura ecológica” y el logotipo del organismo de control que lo certifica.
Una vez que ya sabemos qué es un producto ecológico y cuáles son sus características principales, y, si bien, no existen datos científicos que puedan indicar que desde un punto de vista nutricional estos productos sean mejores que los convencionales, sí que podemos destacar una serie de virtudes y beneficios de estos.
Debido a que no se utilizan ningún tipo de químicos, estamos ante productos libres de contaminantes del medio ambiente, y no contaminados de otros elementos. Esto es especialmente importante, ya que preserva la biodiversidad como herramienta fundamental en el manejo de las zonas de producción.
Tanto los productos agrícolas como los ganaderos, no están manipulados genéticamente. Responden a patrones naturales que garantizan que cada producto conserva todas sus propiedades nutritivas. No se utilizan hormonas para acelerar el crecimiento de los animales.
Contribuyen al desarrollo de las zonas rurales, ya que precisan para su producción más mano de obra que la producción convencional, altamente mecanizada. De esta manera se activa la economía rural como factor de desarrollo.
Un detalle a tener en cuenta entre los beneficios es el compromiso con el desarrollo sostenible y la continuación de las tradiciones rurales que en algunos casos han estado a punto de perderse.
En cuanto a la ganadería ecológica, se garantiza que los animales crezcan en semilibertad y en unas condiciones de vida adecuada para potenciar su crecimiento y evitar el estrés
¿Qué aportan a nuestro organismo los alimentos ecológicos?
Se puede afirmar que la única diferencia significativa en la composición de los alimentos vegetales ecológicos frente a los convencionales es el contenido de metabolitos secundarios relacionados con los sistemas de defensa de los organismos vegetales.
El metabolismo secundario es una característica única de las plantas que les permite producir y acumular sustancias de naturaleza diversa que no son imprescindibles para su supervivencia, pero sí para realizar funciones tan importantes como puede ser atraer los insectos para su polinización.
Por ejemplo los taninos que son unos compuestos fenólicos que están presentes en la uva, principalmente en la pepita, en la piel y en el tallo de la vid, se fabrican para repeler a los insectos que se coman los frutos, pero para nosotros pueden tener beneficios a nivel cardiovascular.
Pero habitualmente en el contexto de las dietas habituales en países desarrollados en las que normalmente no existen déficit de nutrientes, puede tener escasas diferencias señaladas, es discutible si se tiene en cuenta el mayor coste económico.
La mayoría de las personas coinciden en que los alimentos ecológicos tienen un sabor más intenso y natural.
¿Un alimento ecológico es más sostenible?
Muchas veces relacionamos directamente los alimentos ecológicos con alimentos de proximidad y sostenibles, pero comentar que no es un requisito imprescindible, puede ser un alimento ecológico y venir de la otra parte del mundo o estar madurado en cámara y no ser alimento de proximidad.
Los hábitos de los consumidores y las decisiones de compra influyen en el mercado y también en la salud, debemos optar por una compra más sostenible para poder sostener el medio de producción sin cargarnos el medio ambiente.
Tanto si tienes dudas sobre los alimentos ecológicos o quieres empezar a practicar una alimentación más sostenible con el curso de dietética puedes aprender a planificar tu menú semanal intentando disminuir el impacto medioambiental.
¿Te gusta comer alimentos ecológicos o te fijas más en si un alimento es de proximidad y kilómetro cero?
Mireya García