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Cómo enseñar la voltereta a niños de tres años

La voltereta es un movimiento bastante básico y sencillo para prácticamente cualquier adulto, pero para un niño o niña de tres años de edad se trata de una gran acrobacia.

Si bien es cierto que en el Currículo de Educación no encontramos referencia alguna a las volteretas hasta la educación primaria, en cuanto los pequeños empiezan el segundo ciclo de educación infantil ya pueden empezar a practicarlas.

El único material imprescindible que se necesita es una colchoneta o una superficie blanda, aunque ya veréis que en cuanto cojan confianza se atreverán a hacerla en cualquier lugar.

Debemos enseñar al alumno a realizar estos cuatro pasos

  1. Situarse de pie encima de la colchoneta.
  2. A continuación, doblar el tronco hasta tocar la colchoneta con las manos, colocando éstas lo más cerca posible de sus pies.
  3. Meter la cabeza, tocando el pecho con la barbilla.
  4. Iniciar el desequilibrio hacia delante.

Es importante destacar que si enseñamos este gesto acrobático a niños de otras edades (o incluso a adultos) seguiremos unos pasos diferentes, y deberemos tener en cuenta otros aspectos tanto posturales como de ejecución.

Volviendo al niño de tres años, el principal problema que nos podemos encontrar es que veamos que no rueda, siendo la cabeza la que frena el giro al topar con el suelo. Debemos asegurarnos que cumple los pasos descritos anteriormente. El problema puede ser debido a que inicie la voltereta de rodillas en lugar de estar de pie. También es posible que separe las manos demasiado de la vertical de su cuerpo (el paso dos indica que las manos deben estar lo más cerca posible de sus pies), o bien que no toque con la barbilla en el pecho. Si comprobados todos estos pasos sigue sin conseguir rodar, es muy probable que madurativamente todavía no es años sigue sin conseguir rodar, es probablemente voltereta a un niño de tres añosía no esté preparado para dar el último y más complicado de los pasos: el desequilibrio hacia delante.

Podemos realizar unos pequeños gestos para ayudarle a superar este pequeño problema: cuando el niño está de pie encima de la colchoneta debemos poner el dorso de nuestra mano delante de su cintura; de esta manera, cuando el niño flexione el tronco (paso 2) nuestra palma de la mano quedará delante de su abdomen. Moveremos la palma de la mano ligeramente hacia delante favoreciendo el desequilibrio de su cuerpo, mientras que con nuestra mano libre acompañamos su cabeza para que la barbilla le toque el pecho. La gravedad hará el resto y hará la voltereta sin problemas.

Foto principal de superhua con licencia CC

Escrito por Joan Garcia Santiago

Maestro de educación infantil, especialista en physical education, psychomotricity y nuevas tecnologias. Profesor on-line del curso de Técnico en Educación Infantil de CEAC