¿Cómo nos afectan los sustos?
En una noche de brujas y monstruos como la de Halloween es muy probable que nos intenten pegar un susto, pero… ¿qué efectos tienen estos sobre nuestro organismo?
Cuando nos damos un susto se activa el sistema simpático mediante la secreción de adrenalina, lo que provoca una aceleración de la respiración, las pulsaciones, se dilatan las pupilas y de ese modo se prepara nuestro cuerpo para huir de lo que nos ha dado miedo. Es nuestro instinto de supervivencia el que se dispara y nos prepara para salir, literalmente, corriendo. En algunos casos, la reacción puede ser de forma agresiva para «sobrevivir».
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¿Pero qué pasa si ese susto es exagerado y la segregación de adrenalina es mayor?
Un exceso de adrenalina puede ocasionar daños en órganos vitales como los pulmones, el hígado, los riñones o el corazón, éste último el más delicado. Por ello puede ocasionarse tras un susto una muerte repentina con un fallo cardíaco. La segregación excesiva de adrenalina conlleva la salida del calcio del músculo cardíaco, provocando una contracción cardíaca continuada, llevando finalmente al colapso y dando lugar a la muerte.
