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Cómo realizar el mantenimiento instalaciones solares térmicas

Cómo realizar el mantenimiento instalaciones solares térmicas

Desde hace ya algunos años, oímos hablar sobre la energía solar térmica (instalaciones solares térmicas) vemos instalados paneles solares en las cubiertas y tejados de los edificios, viviendas unifamiliares, hoteles, instalaciones deportivas, etc. Es considerada una energía limpia, barata y eficiente. En este post explicaremos qué elementos se necesitan, y qué debemos tener en cuenta para sacarle el máximo rendimiento a la instalación. El consumo energético solo para agua caliente sanitaria en las viviendas, hoteles y hospitales ronda el 22%, o sea, actuando sobre ello con instalaciones solares térmicas podríamos reducir costes, con el consiguiente ahorro energético y disminución de emisiones de CO­2

Además de calentar agua para uso sanitario las instalaciones solares térmicas también se utilizan para el calentamiento de piscinas y calefacción.

Las instalaciones solares térmicas constan de diferentes componentes como se ve en la imagen:

El mantenimiento óptimo para que las  instalaciones solares térmicas tengan un buen rendimiento es el siguiente:

Captador: Un captador solar es el tipo más habitual de colector solar. Es un dispositivo que sirve para aprovechar la energía de la radiación solar, transformándola en energía térmica de baja temperatura para usos domésticos o comerciales (calefacción, agua caliente y climatización de piscinas. Para mantener las prestaciones energéticas del captador solar, se recomienda la limpieza de la cubierta transparente  con agua y detergente (la limpieza con un limpiacristales común también es buena opción) para eliminar la suciedad acumulada. Esta operación de limpieza se debe realizar en las horas de baja insolación (durante al amanecer o el atardecer o en días nublados) para evitar contracciones y dilataciones bruscas del captador.

Acumulador:  los acumuladores de agua caliente para evitar la corrosión del propio acumulador disponen de elementos muy sensibles a ésta que absorben toda la reacción química de electrólisis que se produce durante la oxidación, de esta forma son ellos los que sufren la corrosión mientras el elemento al cual protegen permanece en perfecto estado. Un ejemplo típico son los ánodos de sacrificio o de magnesio que existen en los calentadores eléctricos y acumuladores de agua caliente sanitaria. La duración del ánodo de magnesio depende en gran medida de la calidad del agua, de la temperatura de la misma y del consumo de agua caliente, suele durar de uno a tres años. El ánodo de sacrificio o de magnesio normalmente está en el eje del acumulador. En cualquier caso para su visionado y/o sustitución se deben cerrar las llaves de paso del agua fría y caliente del acumulador y desenroscar la tuerca del alojamiento del ánodo. En esta operación se vaciará medio depósito, se debe ser precavido por si el agua acumulada está caliente para no sufrir quemaduras. Una vez extraída observaremos el grado de desgaste de la barra de magnesio, si está bien se vuelve a situar en su sitio, si está desgastada ha llegado el momento de sustituirla por una nueva.

Estructura de soporte: debido a que los captadores se han de situar orientados al sur y con una inclinación determinada en función de la época del año de la máxima utilización, estas condiciones hacen que los captadores se deban de colocar sobre soportes rígidos para conseguir la orientación más óptima y así conseguir la máxima rentabilidad de los captadores. La estructura soporte de los paneles fotovoltaicos está fabricada íntegramente con perfiles de aluminio y tornillería de acero inoxidable, por lo que no requieren mantenimiento anticorrosivo. El mantenimiento de las estructuras de soporte  se realizará cada seis meses y consistirá en:

Anualmente:

  • Comprobación de posibles degradaciones (deformaciones, grietas, etc.)
  • Comprobación del estado de fijación de la estructura a cubierta. Se controlará que la tornillería se encuentra correctamente apretada, controlando el par de apriete si es necesario. Si algún elemento de fijación presenta síntomas de defectos, se sustituirá por otro nuevo.
  • Comprobación de la estanqueidad de la cubierta. Consiste básicamente en cerciorarse de que todas las juntas se encuentran correctamente selladas, reparándolas en caso necesario.
  • Comprobación del estado de fijación de módulos a la estructura. Operación anàloga a la fijación de la estructura soporte a la cubierta.
  • Comprobar la toma a tierra y la resistencia de paso al potencial de tierra.

Precauciones a tener en cuenta

Desaconsejamos que utilice los productos que se enumeran a continuación para no dañar los paneles solares:

  •  Agua calcárea. La cal deja marcas blancas que hacen disminuir el rendimiento.
  • Agua demasiado fría sobre un panel caliente, esto puede producir un choque térmico y estropear su panel de forma irreversible.
  • Agua con demasiada presión, la presión puede deteriorar las juntas del panel.
  • Disolventes y detergentes ya que pueden dañar la superficie del panel.

Los defectos más comunes en instalaciones solares térmicas

Como hemos apuntado para montar las instalaciones solares térmicas basta con tener el carné de instalaciones térmicas convencionales. Así que cualquiera pueda atreverse. Además algunos instaladores consideran que «esto de la energía solar» no tiene dificultad alguna. La realidad, sin embargo, es bien diferente, pero es el usuario, el que debería ser el beneficiario de la energía solar, no dispone habitualmente de los conocimientos básicos para poder evaluar si su instalación ha sido correctamente ejecutada. Entre los defectos más comunes que pueden observarse señalamos:

  • Orientación e inclinación inadecuadas para el uso requerido, lo que provoca calentamientos en verano y falta de rendimiento en invierno.
  • Defectos de programación de las centralitas de control, lo cual provoca que no se aproveche toda la energía generada por la instalación solar térmica.
  • Colocación de las sondas de temperatura en lugares inadecuados, lo que da información errónea a la centralita.
  • Elementos (bombas, válvulas, purgadores, etc.) inadecuados para el uso con energía solar, todos los materiales deben ser capaces de soportar temperaturas de 150 grados centígrados.
  • Depósitos acumuladores mal dimensionados, ya sea por exceso o por defecto.
  • Fugas en los circuitos hidráulicos que dejan inoperativa la instalación por perdida de fluido.

No pretendemos que cualquier persona se convierta en instalador, si bien, este post incide en lo positivo que es que el usuario tenga unos mínimos conocimientos del funcionamiento de la instalación solar térmica para poder solucionar pequeños inconvenientes y mantener los elementos en un estado de funcionamiento óptimo.

Curso relacionado: Instalaciones de Energía Solar

Escrito por Emiliano Soneira

Técnico superior en instalaciones eléctricas, estudios de ingeniería especializado en obras públicas. Su experiencia le acredita como experto en instalaciones eléctricas, automáticas y sistemas de seguridad, eficiencia energética y energías renovables.