Cómo usar la psicología inversa con niños
Hay ocasiones en las que intentar usar la razón con los niños no es suficiente. Nos desesperamos intentando convencerles de que hagan algo, pero no lo conseguimos y si además tenemos delante a un niño/a con un carácter desafiante puede resultar una ardua tarea.
En situaciones así podemos usar la psicología inversa. Esta es una técnica conductista creada por el psicólogo Viktor Frankl y que ha demostrado ser bastante eficaz. No obstante, no se puede abusar de ella porque deja de ser efectiva y porque puede dañar la autoestima del niño.
¿En qué consiste la psicología inversa?
En pedirle al niño que haga, justo lo contrario de lo que queremos que haga. Es decir, si queremos que acabe rápido de comer porque tenemos prisa, le tenemos que pedir, que por favor, vaya más despacio. Esta estrategia sólo funcionará si en ese momento el niño se está mostrando desafiante. Al querer llevarnos la contraria para «hacernos enfadar» y «ganar», hará precisamente lo contrario de lo que le estamos pidiendo que haga, y en consecuencia hará lo que en realidad nosotros esperamos que haga. Puedes aprender más sobre esto en nuestro artículo dedicado a cómo interpretar la rebeldía infantil.
En resumen, esta técnica funciona bajo la consigna «como me lo estás prohibiendo, entonces lo quiero hacer». A nadie nos gusta que nos digan lo que tenemos que hacer y los niños no son menos. Además, es muy útil en niños pequeños que se encuentran de lleno en la etapa desafiante. Esta etapa suele iniciarse en torno a los 2 años y se reconoce fácilmente porque cualquier cosa que le decimos al niño que haga provoca una respuesta rotunda «no quiero». Esto es así porque se encuentran en un proceso de desarrollo personal, en el que necesitan autoafirmarse para buscar su identidad. Otro ejemplo de psicología inversa podría ser “¡Está bien, no te comas las verduras! Ya me las comeré yo que así me haré grande y fuerte.”
Pero, porque qué funciona la psicología inversa?
Porque los niños necesitan demostrarse a si mismos que son independientes y que pueden tomar sus propias decisiones, para ello necesitan hacer justo lo opuesto de todo lo que les pedimos que hagan. No obstante, para que funcione hay que tener en cuenta una serie de «tips»:
• Debemos ser convincentes en nuestro relato. Si se nos nota que queremos que haga lo contrario, no funcionará y harán lo que ellos querían inicialmente.
• Es importante que una vez que se ha «iniciado», nos mantengamos firmes ya que si nos ven titubear dejará de funcionar.
• En la medida de lo posible debemos dejar que realmente sean ellos quien tomen sus propias decisiones aunque suponga equivocarse; de los errores se aprende.
• Debe usarse como medida puntual para conseguir lo que queremos. No debe ser nuestro único “recurso”.
¿Si es tan efectiva, porqué no debemos abusar de ella?
Debemos ser conscientes de que aunque es efectiva no deja de ser una forma sutil de manipulación. No implica que no lo debamos usar, sino que no podemos hacer un uso abusivo, sino más bien puntual. Los profesionales de la salud mental advierten que el uso frecuente de esta técnica puede general baja autoestima, miedos, inseguridades y bajo auto concepto.
Existen otras técnicas que podemos usar también como la ilusión de alternativa que consiste en ofrecer al niño dos opciones a escoger. Estas dos opciones que ofrecemos son dos alternativas que a nosotros nos parecen bien y que hacen sentir al niño que tienen cierto grado de autonomía y se valora su opinión. Imagínate que el niño te pide comer algo dulce y consideramos que no es el momento. En vez de usar un “no”, podemos decirle, “mira, ahora mismo no puede ser un dulce, pero te dejo escoger entre comer coliflor o bien puré de verdura”. Quizás no le guste ninguna de las dos opciones que le hemos ofrecido, no obstante, el hecho de poder escoger, de sentir que se tiene en cuenta su opinión y de que tiene algún tipo de control sobre su vida puede llegar a suavizar mucho la situación.
Si quieres profundizar más en conocimientos relacionados con la psicología inversa en particular en particular, y la infantil en general, no dejes de conocer nuestro Curso de Psicología Infantil y Juvenil.
Y vosotros ¿habéis usado alguna vez esta técnica? ¿os ha funcionado? Puedes compartir tu experiencia con nosotros.
Escrito por Nancy López Lago