Triaje START: todo lo que debes saber sobre él
Las situaciones de urgencia, como las catástrofes naturales o los accidentes con múltiples heridos/as, provocan una saturación de los servicios sanitarios que les obliga a priorizar el tratamiento médico. Para ello surgió en los años 80 el triaje START (Simple Triage And Rapid Treatment Modificated), que se sigue empleando hoy en día en la mayor parte del mundo.
Si te interesa estar en primera línea de salvamento y asistir a los/as heridos/as adecuadamente, deberás dominar esta técnica de clasificación. Nuestra FP de Grado Medio en Emergencias Sanitarias te enseñará a aplicarla para salvar vidas y marcar una diferencia en el mundo. ¡Conócela a fondo!
El triaje START: qué es y por qué es importante
El triaje START es un método de clasificación de víctimas que establece el orden de atención sanitaria de los/as pacientes en una catástrofe. Se apoya tanto en el nivel de gravedad de las lesiones como en el beneficio que les reportaría la asistencia médica, es decir, las posibilidades de supervivencia que tendrían si se les presta socorro antes que a otras personas.
Como mencionamos anteriormente, —y tal y como indica la National Library of Medicine—, nació a comienzos de los años 80 de la mano del equipo de bomberos/as de Newport Beach, que comenzó a emplear etiquetas de colores para categorizar a los/as perjudicados/as en los accidentes. La idea pronto se extendió a otras partes del mundo, que hoy la aplican para maximizar la efectividad del cuadro médico en situaciones en las que este se ve desbordado.
Aunque existen otros métodos clasificatorios, el START es uno de los más populares. Puede ponerlo en marcha tanto el personal sanitario como aquellos/as que no son facultativos/as, y, de hecho, tanto los/as bomberos/as, como los/as policías, como los/as Técnicos/as de Emergencias Sanitarias los llevan a cabo de forma habitual. Lo preferible, sin embargo, sería que lo realizase el/la TES a que llega en primera instancia al escenario de la catástrofe, moviéndose de forma dinámica y continua entre las víctimas para lograr salvar al mayor número posible.Principios del Triaje START
Para sacarle el máximo potencial a las unidades médicas, las personas que realicen el triaje START deben seguir rigurosamente una serie de normas. La primera, y sin duda la más importante, es la rapidez; ya que el objetivo es no tardar más de un minuto en decidir la “etiqueta” del/la paciente.
Esta debe colocarse en sus muñecas o tobillos, evitando cualquier zona de la que pueda desprenderse con el movimiento. Ya sea una pulsera o una tarjeta, lo relevante es que no haya que volver a calificar a la víctima para no retrasar la atención del resto de heridos/as.
Otra norma clave del triaje START es la limitación de procedimientos médicos que pueden aplicarse. Si conoces qué es el soporte vital avanzado, sabrás que implica técnicas como desfibriladores o entubaciones, pero estas no están permitidas. El método solo contempla la detención de hemorragias y la apertura de las vías respiratorias. Además, hay que:
- Separar a los/as pacientes menos prioritarios/as para facilitar el cribado del resto.
- Comprobar la autonomía del/la herido/a, su frecuencia respiratoria, su pulso radial y su nivel de consciencia.
- No evacuar a ninguna víctima sin haberla “clasificado” antes.
- Priorizar la conservación de la vida sobre la de un miembro.
- Tras el primer triaje, se realizará otro por parte de los/as facultativos/as sanitarios.
Categorías del Triaje START
Una de las claves de la eficacia de las emergencias sanitarias es que el triaje START se lleve a cabo adecuadamente. Y la parte central del procedimiento es, sin duda alguna, la asignación correcta de las categorías.
Estas se vinculan a cuatro colores —rojo, amarillo, verde y negro—, en función del estado del/la paciente y la rapidez con la que el equipo médico deba atenderlo/a.
Categoría roja: pacientes críticos
Se aplica a aquellas víctimas que tienen que ser atendidas de forma inmediata. Por ejemplo, porque presentan síntomas de asfixia, hemorragias graves o paradas cardiorrespiratorias.
De forma general, estos/as pacientes no caminan y su frecuencia respiratoria es superior a 30 respiraciones por minuto. Si no poseen pulso radial, sufren una pérdida de sangre importante o no son capaces de seguir órdenes sencillas, deben ser clasificados/as con el color rojo.
Categoría amarilla: pacientes con lesiones graves
También urgentes, aunque menos que los/as de color rojo, son los/as pacientes con etiqueta amarilla. Se trata de víctimas que pueden aguardar al menos una hora a recibir asistencia, pero cuyo estado no sigue siendo grave.
Como en el anterior caso, no son autónomos, pero su frecuencia respiratoria es inferior a 30 r.p.m. También tienen pulso radial y son capaces de seguir indicaciones, aunque se incluye la posibilidad de que se encuentren inconscientes.
Si el relleno capilar es superior a dos segundos, también se consideran de categoría amarilla. Un ejemplo serían personas con quemaduras profundas, que puedan experimentar un shock o que presenten un traumatismo craneoencefálico.
Categoría verde: pacientes con lesiones leves
Tener la categoría verde es una buena señal. Y es que significa que tu supervivencia no está comprometida. Solemos hablar de personas que pueden desplazarse por sí mismas y que tienen lesiones menores. Pueden aguardar hasta 6 horas a ser atendidas, y normalmente se las aparta a un lado para poder socorrer a las víctimas más graves.
Categoría negra: pacientes no recuperables
La etiqueta negra no tiene ningún tipo de prioridad, ya que no hay nada que se pueda hacer por el/la paciente. Son los/as fallecidos/as, que no respiran a pesar de tratar de abrirles las vías respiratorias y que no deben ser trasladados/as hasta que se levante el cadáver judicialmente.
Proceso de triaje START
Al llegar a la zona del accidente, las unidades médicas deben actuar con rapidez. Las comunicaciones de emergencias son fundamentales para movilizar a los equipos y para llevar a cabo con eficacia los siguientes pasos del triaje START:
- Evaluación rápida de pacientes: hay que llevarla a cabo con templanza y agilidad, tras asegurar la zona y analizar los posibles riesgos.
- Asignación de categorías de triaje: se debe tardar un máximo de 3 minutos para la categoría amarilla o roja, 60 segundos para la verde y 30 para la negra.
- Tratamiento inicial en el lugar del incidente: en el primer triaje START, solo se tratarán hemorragias y obstrucciones de las vías respiratorias. El segundo triaje ya se realizará en un puesto sanitario avanzado.
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El triaje en emergencias es una herramienta básica para orientar la actuación médica tras un accidente con múltiples heridos/as. Y es una obligación por parte de los TES dominarla para aplicarla en caso de necesidad.
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