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Electrodomésticos de bajo consumo, ¿vale la pena pagar más?

Electrodomésticos de bajo consumo, ¿vale la pena pagar más?

En este post hablaremos de algo que resulta muy interesante: los electrodomésticos de bajo consumo. Cada vez más, la energía que utilizamos resulta más cara y no parece que esta tendencia se invierta ni un ápice. Esta es la razón por la que los fabricantes de este tipo de elementos tan necesarios en nuestro día a día se están especializando en la fabricación de electrodomésticos de bajo consumo. Esta “pescadilla que se muerde la cola” parece que no tendrá fin, la energía no es universal y gratuita, está en manos de empresas e inversores de todo tipo, pequeños y grandes, esto hace que el fin sea obviamente mercantilista. Por otro lado están los consumidores que somos todos en mayor o menor medida y para todos, cada año inexorablemente la factura energética sufre un incremento. Poco a poco los diversos fabricantes de elementos eléctricos han ido investigando para conseguir electrodomésticos de bajo consumo eficaces, ejemplos de ello son las bombillas y fluorescentes, la iluminación con led, los frigoríficos, etc.

A continuación definiremos algunos electrodomésticos de bajo consumo:

Hornos de bajo consumo

Un horno es un electrodoméstico que genera calor y lo conserva en un compartimento cerrado que se usa para cocinar, calentar o secar alimentos. El horno eléctrico es sin ningún genero de duda el firme candidato a ser el electrodoméstico que más energía eléctrica consume, se estima que para un uso medio de dos/tres veces por semana su consumo sobre el total de la factura eléctrica es del 12,5 %

Es importante que se tengan en cuenta estas recomendaciones para que el consumo de un horno eléctrico cualquiera sea más eficaz:

  • Limpio de grasas, los electrodomésticos sucios consumen más energía. Existen hornos que utilizan para la limpieza la pirolisis que es  un sistema de limpieza que funciona con calor; el interior del horno alcanza una temperatura de 500°C, que hace que los restos orgánicos se desintegren y se conviertan en polvo/cenizas que se depositan en la base; al finalizar, solo hay que pasar un paño húmedo para retirarlas.
  • Utilización del reloj del horno para automatizar el apagado, es fácil que si no se utiliza se nos olvide apagarlo y esto es negativo para la factura de la energía y para la comida que se nos puede quemar.
  • Aunque a veces no nos resulta cómodo, lo ideal es hacer más cantidad de comida para aprovechar el calor. Vale la pena aprovechar el congelador.
  • Los hornos de convección al repartir mejor el calor son algo más eficientes.

Lavadoras de bajo consumo

Según los reglamentos sobre el etiquetado energético de los electrodomésticos, es posible comparar unos modelos con otros para saber cuál es más eficiente; cuál es aquel que consume menos agua y energía. De esta forma, los electrodomésticos denominados A+, A++ y A+++, son los más eficientes del mercado porque reducen los gastos de tus facturas y, además, reducen la emisión de CO2 de tu hogar.

Es importante elegir bien el programa de lavado, para eso, hay lavadoras que cuentan con programas especiales que adaptan el ciclo de lavado a cada momento y a cada necesidad:

  • Utiliza el programa de prelavado sólo para ropa muy sucia.
  • Procura no seleccionar altas temperaturas de lavado. El 90% de la energía que consume la lavadora se emplea en calentar el agua.
  • Para una misma temperatura de lavado, utiliza los programas cortos solo cuando realmente sea necesario, ya que ahorran tiempo pero consumen más energía.
  • Además si seleccionas el modo “+eco”, se reducirá el consumo de energía hasta un 50%.
  • Si dispones de una lavadora con función “pausa + carga”, cuando has olvidado introducir alguna prenda, te permitirá abrir la puerta de forma inmediata y añadir las prendas olvidadas, evitando así poner otra segunda lavadora.

Frigoríficos de bajo consumo

En los hogares españoles, casi un 29% de la energía consumida por los electrodomésticos se debe al frigorífico. El frigorífico es el aparato más consumidor, a pesar de no ser el más potente, lo que tiene lógica si consideramos que suele permanecer encendido durante las 24 horas del día, los 365 días del año.

  • La eficiencia energética de los frigoríficos ha aumentado de forma notable en los últimos años. En el mercado encontramos ya modelos con categoría energética A+++ que, para las mismas prestaciones, consumen un 60% menos que los de clase A (2). La etiqueta energética (con la que deben contar obligatoriamente todos los aparatos) incluye información, en kilovatios/hora (kW/h), sobre el consumo medio anual de cada modelo, lo que facilita enormemente realizar comparaciones y cálculos, como el mostrado anteriormente, para identificar las mejores opciones de compra.
  • La capacidad del frigorífico, dato que suelen presentar los fabricantes expresado en litros, también influye de forma muy significativa. De hecho, la tendencia a la venta de frigoríficos cada vez más grandes hace que, frecuentemente, los avances en materia de eficiencia se conviertan en oportunidades perdidas para el ahorro.
  • Ubicación: Una ubicación inadecuada puede suponer un consumo hasta un 15% superior. Es necesario instalar el frigo lejos de focos de calor, en un lugar en el que no reciba la radiación solar directa, y dejar unos cinco centímetros entre la parte trasera de la nevera y la pared para facilitar su ventilación.
  • Regulación de la temperatura de la nevera: cada grado adicional de enfriamiento supone un aumento del 5% en el gasto energético. Por esta razón, es aconsejable ajustar el termostato para mantener una temperatura que no sea inferior a 6º C en el frigorífico y a 18º C bajo cero en el congelador.
  • Eliminación del hielo: cuando en el congelador se forma una capa de hielo de 5 mm de espesor hay que descongelar. Si no se realiza esta operación con la frecuencia debida, la disminución del poder de refrigeración produce un aumento del consumo de hasta un 30% (3).

En resumen, los frigoríficos que consumen poco son aquellos que poseen una alta eficiencia en el uso de la energía, un tamaño ajustado a las necesidades del hogar y son ubicados en lugares frescos y ventilados y utilizados de forma cuidadosa, sin abusar de su capacidad refrigerante.

Debemos pues concluir decidiendo que no hay mejor camino que comprar electrodomésticos de bajo consumo cuando los necesitemos. Ayudaremos con esta decisión a poner un granito de arena en la protección del Planeta y el consumo energético será meno por lo tanto el gasto también lo será.

Escrito por Emiliano Soneira

Técnico superior en instalaciones eléctricas, estudios de ingeniería especializado en obras públicas. Su experiencia le acredita como experto en instalaciones eléctricas, automáticas y sistemas de seguridad, eficiencia energética y energías renovables.