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INTRODUCCIÓN A LA HIGIENE POSTURAL

 

La columna vertebral como cualquier zona articular y/o muscular de nuestro cuerpo sufre un desgaste natural  al que se le suma un desgaste vinculado a actividades laborales y deportivas (cuidado de niños o de personas mayores, tareas del hogar, sobreesfuerzos…). Por este motivo es necesario  aprender y aplicar una correcta higiene postural e introducir elementos  vinculados a la ergonomía  en nuestro día a a día, ya que nos ayudarán a reducir los mecanismos lesionales y el tan conocido “dolor de espalda”

Entendemos por higiene postural una serie de normas para mantener la postura y realizar movimientos y esfuerzos minimizando la carga de la columna vertebral.

En cuanto a la ergonomía, es la aplicación de la higiene postural al lugar de trabajo y rutina diaria, teniendo en cuenta que no sólo incluye una modificación en los movimientos y posturas sino una modificación del ambiente laboral y de descanso.

Una vez definidos ergonomía e higiene postural  pasaremos a indicar unos consejos generales en higiene postural:

  • Es recomendable mantener la posición bípeda (mantenerse de pie) distribuyendo de forma uniforme el peso por la columna vertebral, para ello debemos evitar el decaimiento postural hacia delante o detrás o mantener el peso del cuerpo sobre un solo miembro inferior.

                                                                                                                                                  

  • Es necesario sentarse sobre los isquiones que son dos protuberancias óseas que pertenecen a la cesta pélvica y se encuentran en la base del glúteo si estamos sentados.  Para saber que nos hemos sentado sobre los isquiones se aconseja hacer movientos laterales una vez sentados y si notamos que hacemos presión sobre dos superficies duras a la altura de la base de los glúteos es que nos hemos sentado correctamente. En el momento que nos sentamos sobre los isquiones inmediatamente la columna se rectifica y dejamos de realizar presión sobre la zona lumbar y sacra.
  • También se aconseja evitar las posturas mantenidas ya que generan agotamiento muscular.   Si tenemos que estar mucho rato de pie, es bueno que pasemos el peso de una pierna a otra o que elevemos de forma alternante una y otra extremidad inferior.