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Mejoras en la seguridad de instalaciones eléctricas antiguas

Es frecuente que se precise modificar, ampliar o incrementar la potencia contratada de instalaciones eléctricas ya existentes. En todos estos casos, antes de proceder al cambio deseado es necesario y obligatorio adoptar las medidas necesarias para asegurar la protección eléctrica. Son condiciones de seguridad primordiales todas las encaminadas a mejorar el funcionamiento y rendimiento de la instalación mediante conexiones a tierra, protección contra contactos indirectos y sobretensiones.

En este sentido, para la adopción de medidas de seguridad capaces de proteger instalaciones eléctricas antiguas, básicamente caben dos soluciones:

-Realizar una conexión a tierra (popularmente la toma de tierra).

-Incorporar junto a la entrada de la vivienda un Cuadro de Mando y Portección (CMP).

Ambas mejoras suponen incrementar la seguridad eléctrica de una instalación sin introducir en ella modificaciones ostensibles; la toma de tierra tiene por función evitar los riesgos de los contactos indirectos, mientras que el CMP (formado por un conjunto de interruptores) tiene como finalidad cortar la corriente automáticamente cuando la seguridad del usuario pueda correr peligro.

La toma de tierra consiste en una red auxiliar de conductores que conecta la instalación general con unos elementos de plancha metálica enterrados bajo el suelo, que se encargan de recibir y disipar en el terreno las sobrecargas eléctricas que pudiesen producirse. En los edificios antiguos es normal la ausencia de este tipo de protección, por lo que en el supuesto de proyectarse una mejora de seguridad a nivel del edificio, ésta será la primera acción a normalizar.

Otra acción más aparatosa, en aras de aumentar la seguridad, sería sustituir, rectificar o ampliar la red interna de distribución para adaptarla a las nuevas necesidades. En este caso, anular total o parcialmente la instalación existente no creará problemas pero sí puede acarrearlo el nuevo tendido de cables si éstos van a ser empotrados ya que de partida se origina una obra más pesada y costosa que requerirá la apertura de rozas y la posterior adecuación de los paramentos verticales, todo ello sin tener en cuenta que, la realización de las rozas podría también  afectar a la capacidad portante de las paredes.

Ante esta situación, la alternativa en caso de necesitar un nuevo tendido eléctrico, es la utilización de regletas, perfiles, zócalos o canalizaciones prefabricadas. Estos elementos modulares permiten una rápida instalación y llevan en su interior espacios habilitados para la incorporación de los cables eléctricos aceptando, también, el montaje sobrepuesto de los mecanismos de mando y conexión.