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No es verano porque estemos más cerca del Sol

Llevamos 9 días de verano y para confirmarlo las temperaturas no dan tregua; en verano hace calor o hace calor porque es verano, pero ¿por qué es así? ¿cuál es el motivo por el que en verano hace más calor que en invierno?

La respuesta infantil a esta pregunta y en la que muchos adultos todavía creen, suele ser siempre que en verano estamos más cerca del Sol y por eso éste nos calienta más. Falso. Curiosamente, además, es justo en verano, alrededor del 4 de julio, cuando la Tierra, en su órbita alrededor del sol, se sitúa en su punto más alejado del mismo. Lo ilustramos en la siguiente imagen donde se puede ver la órbita terrestre (que es elípitica, no circular) alrededor del Sol en los 365 días que dura el ciclo completo. Los puntos extremos de la órbita son los llamados perihelio (el más cercano) y afelio (el más alejado). Así pues, pese a que sea en pleno invierno cuando la Tierra se encuentre más cercana al sol, y en pleno verano cuando esté más alejada, en invierno hace frío y en verano calor por lo que es evidente que no depende para nada la distancia Tierra-Sol; los apenas 5 millones de km de diferencia entre el afelio y perihelio es en realidad una distancia insignificante y no resta en absoluto fuerza a nuestro astro rey.

La verdadera razón por la que en verano el Sol calienta más, es porque recibimos sus rayos con una mayor inclinación que en invierno, y por ello nos llegan con mayor fuerza. Vamos a intentar explicarlo. Seguramente, bien delante del mar, o en una paraje llano, todos habremos observado los momentos de un atardecer en los que el Sol se va metiendo por el horizonte y va desapareciendo poco a poco. En esos momentos el Sol está tan bajo que sus rayos apenas tienen fuerza y no calientan, en cambio, sea verano o invierno, al mediodía el Sol siempre está en su punto más alto y si nos situamos bajo él, todos notamos su calor.

Ello es así porque la Tierra, en su rotación anual alrededor del Sol, no se mueve en un plano paralelo a nuestro ecuador, si no que en los 365 días que dura ese giro completo se mueve en un plano inclinado unos 23º respecto a nuestro ecuador, el llamado plano de la eclíptica que provoca, fuera de las zonas tropicales, las llamadas estaciones del año al ir variando, día tras día en cada punto terrestre, su inclinación máxima. En las zonas tropicales (dentro de las latitudes 23ºN y 23ºS) no hay estaciones porque siempre hay un momento del año donde los rayos de Sol inciden perpendicularmente (90º) sobre ellas y el resto de días del año, aunque no incidan perpendicularmente sí lo hacen con muy poca desviación sobre ella, por lo que estas zonas de la Tierra, como todos sabemos, son siempre cálidas.

En nuestras latitudes españolas (entre 37º y 42ºN – exceptuando Canarias, territorio casi tropical) los rayos solares nunca llegan a incidir perpendicularemente, y es el 21 de junio, cuando entramos en verano, el día del año en el que lo hacen con mayor inclinación, unos 70º, y el 21 de diciembre, nuestra entrada en el invierno, en el que menos, unos 50º al mediodía solar.

Y aprovechando este calor del verano del que esperamos que no os quede ya ninguna duda de por qué se produce, solo nos queda desearos que podáis disfurtar de una de las actividades más características de este periodo… ¡las vacaciones!

¡Felices vacaciones a todos!