Mostrar más resultados

Que es el Trastorno de Personalidad

Que es el Trastorno de Personalidad

En este post, os voy a hablar sobre el significado del Trastorno de personalidad. La personalidad es un patrón complejo de características psicológicas que definen a un individuo. Según , H.J. Eysenck, “La personalidad es la organización más o menos estable y duradera del carácter, el temperamento, la inteligencia y el físico de una persona y que determina su forma de adaptación al medio ambiente.”

A partir de su personalidad, una persona da significado a su entorno, construye su propia imagen e interactúa con el medio. Cuando aparece un trastorno de personalidad, el sujeto no puede adaptarse a las diferentes situaciones de la vida cotidiana, ya que su personalidad se vuelve inflexible y funciona de forma distorsionada.

Los trastornos de la personalidad son un grupo de afecciones mentales en las cuales una persona tiene un patrón prolongado de comportamientos, emociones y pensamientos que es muy diferente a las expectativas de su cultura. Y que se manifiesta en la forma de percibir el mundo que le rodea, la afectividad, las relaciones interpersonales y el control de los impulsos.

Provoca una gran inestabilidad afectiva y conductual, que altera y perturba muchas áreas de la vida (formativa, laboral, afectiva, relacional) del paciente y de las personas con las que convive. Puede haber otras complicaciones asociadas, como trastornos del estado de ánimo, de la alimentación, drogodependencias, etc., que agravan el problema.

Las causas de los trastornos de personalidad se desconocen. Se cree que factores genéticos y ambientales están relacionados con su desarrollo. Los trastornos de personalidad se diagnostican sobre la base de una evaluación psicológica

Al principio, las personas con estos trastornos usualmente no buscan tratamiento por su cuenta. Esto es porque sienten que el trastorno es parte de ellos. Tienden a buscar ayuda una vez que su comportamiento ha causado problemas graves en sus relaciones personales o en sus trabajos. Aunque lleva tiempo tratar los trastornos de personalidad, ciertas formas de psicoterapia pueden servir. En algunos casos, los medicamentos son un complemento útil.  Algunos trastornos de la personalidad mejoran enormemente durante la madurez sin ningún tratamiento, mientras que otros sólo mejoran lentamente incluso con tratamiento.

Los dos principales sistemas de clasificación, el CIE-10 ( Clasificación internacional de enfermedades, décima versión) y el DSM-V  (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, quinta edición ), deliberadamente han fusionado sus diagnósticos hasta cierto punto, pero aún sigue habiendo diferencias.

CIE-10

El CIE-10 introduce los diagnósticos específicos de cada trastorno de personalidad con unos criterios de referencia generales que son similares:

Pautas para el diagnóstico: Se requiere la presencia de una alteración de la personalidad no directamente atribuible a una lesión o enfermedad cerebral importante, o a otros trastornos psiquiátricos, que reúna las siguientes pautas.

  1. Actitudes y comportamiento marcadamente faltos de armonía, que afectan por lo general a varios aspectos de la personalidad, por ejemplo, a la afectividad, a la excitabilidad, al control de los impulsos, a las formas de percibir y de pensar y al estilo de relacionarse con los demás.

  2. La forma de comportamiento anormal es duradera, de larga evolución y no se limita a episodios concretos de enfermedad mental.

  3. La forma de comportamiento anormal es generalizada y claramente desadaptativa para un conjunto amplio de situaciones individuales y sociales.

  4. Las manifestaciones anteriores aparecen siempre durante la infancia o la adolescencia y persisten en la madurez.

  5. El trastorno conlleva un considerable malestar personal, aunque éste puede también aparecer sólo en etapas avanzadas de su evolución.

  6. El trastorno se acompaña, por lo general aunque no siempre, de un deterioro significativo del rendimiento profesional y social. Para diagnosticar la mayoría de los tipos citados más abajo, se requiere a menudo la presencia de al menos tres de los rasgos o formas de comportamiento que aparecen en su descripción.

Para diagnosticar la mayoría de los trastornos de personalidad, se requiere la presencia de al menos tres de los rasgos o formas de comportamiento que aparecen en cada descripción. El CIE añade que para las diferentes culturas puede sea necesario desarrollar un conjunto específico de criterios que tenga en consideración las normas, reglas y obligaciones sociales de cada región o cultura.

Existen tres grupos de Trastornos de la Personalidad según DSM-V:

  • GRUPO A: Raros o Excéntricos. Paranoide, Esquizoide y Esquizotípico

  • GRUPO B: Dramáticos, Emocionales, Erráticos. Limítrofe, Narcisista, Histriónico, Antisocial.

  • GRUPO C: Ansiosos y Temerosos. Por Evitación, Dependiente, Obsesivo-Compulsivo

DSM-V

Definición de Trastorno de Personalidad, según DSM-V: Un trastorno de personalidad es un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto, es un fenómeno generalizado y poco flexible, tiene un inicio en la adolescencia o edad adulta temprana, es estable en el tiempo, y da lugar a malestar o deterioro.

Criterios Diagnósticos de Trastorno de Personalidad en DSM-V:

A. Un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto. Este patrón se manifiesta en dos (o más) de las áreas siguientes:

1. cognición (p. ej., formas de percibir e interpretarse a uno mismo, a los demás y los acontecimientos)

2. afectividad (p. ej., la gama, intensidad, labilidad y adecuación de la respuesta emocional)

3. actividad interpersonal

4. control de los impulsos

B. Este patrón persistente es inflexible y se extiende a una amplia gama de situaciones personales y sociales.

C. Este patrón persistente provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

D. El patrón es estable y de larga duración, y su inicio se remonta al menos a la adolescencia o al principio de la edad adulta.

E. El patrón persistente no es atribuible a una manifestación o a una consecuencia de otro trastorno mental.

F. El patrón persistente no es debido a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) ni a una enfermedad médica (p. ej., traumatismo craneal).

Curso relacionado: FP de Grado Medio de Cuidados Auxiliares de Enfermería.

Escrito por Jose Carlos Saz

Diplomado en Enfermería por la Universidad Autónoma de Barcelona(UAB), Diplomatura de Postgrado en Enfermería Psiquiátrica y Salud Mental en UB, Diplomatura de  Postgrado en Psicogeriatría en UAB , Enfermero Especialista en Salud Mental otorgado por Ministerio de Educación, Profesor de CEAC en el área de Salud.
Compartir en 
Compartir en