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¿Qué es la heparina y cómo debe pincharse?

¿Qué es la heparina y cómo debe pincharse?

Si alguno de vosotros habéis estado ingresado en algún hospital encamado, seguro que una vez al día, normalmente a la tarde-noche, la enfermera os pinchaba en el abdomen una inyección subcutánea en el pliegue abdominal, que por cierto notabais escozor cuando el líquido entraba en nuestro cuerpo, y además en muchos casos os salía un hematoma al día siguiente en la zona del pinchazo. Entonces al preguntar a la enfermera, ¿Para qué es esta inyección? Os contestaba para que circule la sangre, ya que estas encamado y no te mueves como antes, y os decía su nombre es la heparina. Lo primero que os veía a la cabeza era confundirlo con la insulina, e incluso decir a la enfermera, ¡Yo no soy diabético¡, pero no tiene nada que ver.

 

La heparina es una sustancia anticoagulante natural que existe normalmente en todos los tejidos del cuerpo humano, especialmente en el hígado, los pulmones y los músculos que actúa como anticoagulante de la sangre.

Cuando tenemos que mantenernos la mayoría de las horas del día en reposo, por cualquier motivo, ya sea operación quirúrgica o no, la circulación sanguínea se ve entorpecida porque sus músculos, que antes favorecían el movimiento de la sangre, no tienen actividad, aparece la “estasis sanguínea». Este enlentecimiento facilita que la sangre forme coágulos que pueden desencadenarte otras enfermedades, por eso para evitar la formación de estos coágulos es necesaria la administración de Heparina

 

La Heparina está indicada en:

–  Prevención y tratamiento de la enfermedad tromboembolia venosa (enfermedad en la que se forman tapones o trombos en las venas que pueden obstruir el paso de la sangre): trombosis venosa profunda y trombo embolismo pulmonar.

–  Tratamiento de alguna enfermedad relacionada con arterias y venas del corazón: angina inestable (tipo de dolor torácico agudo que ocurre cuando el corazón no obtiene suficiente oxígeno y puede ser un signo de advertencia de un ataque cardíaco) e infarto de miocardio.

–   Tratamiento del trombo embolismo arterial periférico.

–   Tratamiento de la trombosis en la coagulación intravascular diseminada (trastorno grave de la coagulación sanguínea).

–   Prevención de la formación de coágulos en pacientes sometidos a una intervención quirúrgica del corazón o a hemodiálisis

 

La heparina esta contraindicada en casos de hipersensibilidad a la heparina, hemorragia activa, hemofilia, púrpura de cualquier tipo, trombocitopenia, endocarditis bacteriana, tuberculosis activa, mayor permeabilidad capilar, lesiones ulcerosas del tubo digestivo, hipertensión arterial grave, aneurisma, amenaza de aborto…

Por lo que hay que tener en cuenta la historia completa del paciente para poder administrarle la heparina, siempre bajo prescripción médica.

El gran riesgo de administrar heparina a un paciente cuando está contraindicado es que la sangre se vuelva tan liquida, que, en caso de un corte o herida, no consigamos parar la hemorragia, por la acción de la heparina como anticoagulante, nos evitará parar la hemorragia por falta de coagulación y correr el riesgo de sufrir una hemorragia masiva.

 

Ahora me gustaría preguntaros, ¿Cómo se administra esta heparina?, ¿Vía oral, endovenosa, gotas, inhaladores? Pues en ninguna de estas formas de administrar medicación es posible, la administración de la heparina es mediante inyección vía subcutánea. Suelen venir preparadas en una jeringuilla precargada con una aguja subcutánea.

 

La forma más conveniente de administrar la inyección de heparina es la siguiente:

 

1-Lave sus manos cuidadosamente con agua y jabón y séquelas a continuación.

 

2-Compruebe que la dosis que hay en la jeringa es la prescrita por su médico. Compruebe también que la solución no presenta turbidez o mal estado y su caducidad.

 

3-Retire hacia un lado el dispositivo de seguridad (lengüeta roja).

 

4-Quite el protector de la aguja.

 

5-Si la dosis indicada por su médico es inferior a la de la jeringa, ajústela colocando la jeringa con la aguja hacia abajo y deseche el líquido necesario. Eliminar el líquido con la aguja hacia abajo evita que el líquido entre en contacto con el exterior de la aguja.

 

6-De pie o sentado, escoja la zona donde desea inyectarse, en el costado de la cintura abdominal o en su defecto en los muslos. Es recomendable evitar la zona central del abdomen y muslos por ser zonas en las que frecuentemente aparecen hematomas tras la inyección.

 

7-Desinfecte la zona elegida para la inyección con una gasa impregnada en alcohol.

 

8-Sujete con una mano la jeringa con la aguja en posición perpendicular a la zona elegida. Con la otra mano forme un pliegue cutáneo e introduzca la aguja completamente.

 

9-Es muy importante que la aguja se introduzca en posición perpendicular al pliegue cutáneo.

 

10-Inyecte el contenido de la jeringa lentamente, presionando con suavidad el vástago del émbolo hasta el final.

 

11-Mantenga el pliegue cutáneo hasta la extracción de la aguja.

 

12-Retire la jeringa y a continuación con la mano plana presione firmemente sobre la zona unos minutos.

 

13-No frote ni masajee la zona después de la inyección.

 

14-Antes de desechar la jeringa, presione la aguja contra la lengüeta roja hasta doblarla. 

Deposite la jeringa usada en el punto SIGRE de su farmacia.

 

15-No olvide consultar con su enfermero cualquier duda que pueda surgirle.
 

 

Ahora ya estáis preparados para poder administraros la inyección de heparina en caso de necesitarla de forma autónoma, pero siempre bajo prescripción médica.

 

Curso relacionado: Auxiliar de enfermería

Escrito por Jose Carlos Saz

Diplomado en Enfermería por la Universidad Autónoma de Barcelona(UAB), Diplomatura de Postgrado en Enfermería Psiquiátrica y Salud Mental en UB, Diplomatura de  Postgrado en Psicogeriatría en UAB , Enfermero Especialista en Salud Mental otorgado por Ministerio de Educación, Profesor de CEAC en el área de Salud.
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