¿Qué es un aula inclusiva en educación? Su importancia

Aplicar el mismo modelo de enseñanza para todos los niños y niñas no tiene sentido. Y es que esta homogeneización no puede dar respuesta a las diferentes necesidades educativas que existen en las clases. De esta necesidad surge el concepto de aula inclusiva. ¿Qué es esto? ¡Te lo aclaramos en las siguientes líneas!

El aula inclusiva en educación: qué es y su función

¿Qué es un aula inclusiva? Se denomina así a la visión de la educación que atiende a las diferencias individuales y que tiene como objetivo integrar a cada alumno y alumna, con el propósito de que todos ellos alcancen su máximo desarrollo académico.

Así pues, a grandes rasgos, la función de un aula inclusiva se centra en ofrecer una educación a la que puedan acceder todas las personas, independientemente de su contexto y habilidades, proporcionando un entorno estimulante y en el que una persona con una necesidad educativa especial pueda aprender y relacionarse con su grupo de iguales.

La formación del profesorado es una de las claves para asegurar entornos de aprendizaje inclusivos, que atiendan a las necesidades y potencien las capacidades de cada alumno/a.

Así pues, si en tu labor como profesor/a quieres favorecer clases en las que todas las personas se sientan integradas, es importante que te dotes de los conocimientos técnicos para lograrlo con una formación como el Curso en Educación Especial de CEAC. Pero también requerirás de unas habilidades previas, inherentes a tu persona, como pueden ser: capacidad de comunicarse con claridad, empatía o flexibilidad. Empieza a trabajar para formar parte de una comunidad educativa que se preocupa por la integración del alumnado y la igualdad en las aulas. ¡Sigue leyendo!

La importancia del aula inclusiva: sus beneficios

Ya sabes qué es un aula inclusiva: un espacio en el que la prioridad es que el alumnado crezca de la misma manera, aplicando diferentes metodologías y ritmos atendiendo a las necesidades de cada persona, pero con el máximo objetivo de que todas ellas sigan con su progreso a nivel personal y académico.

¿Qué quiere decir esto? Hablamos de clases en las que el profesorado se compromete con la atención a aquellos niños y niñas que partan de un contexto de mayor desventaja en el campo educativo. Ejemplo de esto pueden ser personas que se encuentren en una situación socioeconómica compleja, que no se defiendan en la lengua del lugar en el que estudian o por algún tipo de trastorno o enfermedad.

¡Veamos los beneficios de un aula que tiene esto en cuenta! 

Se adapta a las necesidades del alumno

Una de las tareas más importantes como docente es la de conseguir adaptar las actividades a realizar de tal manera que todos los alumnos sean capaces de superarlas. A veces es tan sencillo como amoldar el tiempo que se deja al estudiante para finalizar la tarea, a veces lo que se adapta es la metodología y en otras ocasiones los materiales a usar o la forma de evaluar.

Las aulas inclusivas crean un espacio en el que todo el mundo avanza de la misma manera, fomentando la igualdad de oportunidades y mejorando el rendimiento.

En materia de evaluación, puede ser interesante atender a la diversidad del aula siendo conscientes de que valorar solo la parte memorística de los contenidos puede favorecer a unos y perjudicar a otros. Hay que tener en cuenta otras dimensiones como el esfuerzo, la actitud, la posibilidad de aprender de los errores cometidos y, sobre todo, respetar los ritmos de aprendizaje de cada individuo.

Crea un clima de tolerancia y respeto en el aula

Transmite la idea de que todas las personas somos diferentes, con nuestras virtudes y defectos y que ahí radica la riqueza del grupo. Se trata de, por un lado, favorecer conductas de colaboración y ayuda y, por otro, la de crear un ambiente dónde todo el mundo pueda expresarse libremente, preguntar y solicitar ayuda cuando lo necesite.

Impulsa la buena convivencia y la cooperación

Hacer actividades en las que participen jóvenes de diferentes edades promoverá las actuaciones de ayuda entre unos y otros. Un contexto que permitirá favorecer la autoestima, sintiéndose útiles al mostrar nuevos conocimientos a otros niños/as. Esto permitirá a cada alumno/a crecer y ver como sus competencias evolucionan de forma mucho más dinámica.

Fomenta la participación de las familias

Mantener una relación de confianza con la familia es importante. Establecer un contacto que permita nutriste tanto a docentes como a familiares de forma bidireccional permitirá actuar de forma integral y conjunta, manteniendo una coherencia educativa y ayudando, de este modo, a prevenir posibles conflictos.

Saber qué es un aula inclusiva es el primer paso para construir las clases del mañana. Crear un sistema educativo en el que todo el mundo se sienta integrado no solo facilitará el progreso académico del alumnado, sino que también creará una sociedad más cooperativa, en la que el respeto y la justicia estén siempre presentes.

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