Qué se vende en las parafarmacias
En pocos años han proliferado las parafarmacias, tanto de venta directa como de venta on line, pero, ¿qué podemos comprar en una parafarmacia?, ¿qué las diferencia de las farmacias?
Así como para la apertura y gestión de una farmacia tiene una legislación muy definida, en el caso de las parafarmacias no existe una regulación concreta, con lo que en la mayoría de Comunidades Autónomas no existe ningún trámite específico. En cuanto al tipo de productos que se pueden vender, por el concepto de parafarmacia, se trata de vender todos aquellos productos relacionados con la salud, belleza y bienestar de las personas.
Pero quedan excluidos todos aquellos productos considerados medicamentos según la legislación, es decir, cualquier producto con propiedades terapéuticas, diagnósticas o preventivas. Los medicamentos solo pueden dispensarse en farmacias, se incluyen y consideran que son medicamentos tanto los productos homeopáticos como los productos de fitoterapia que en su etiquetado describan usos terapéuticos. Estos últimos, se rigen por la legislación y registro de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) para su registro y etiquetado. ¡Infórmate en detalle sobre el curso de farmacia y parafarmacia de CEAC!
En una parafarmacia, no obstante, se pueden encontrar preparados de plantas medicinales siempre que no se haga referencia a propiedades terapéuticas, diagnósticas o preventivas en la información que se adjunte con el preparado. Entonces deberán cumplir los criterios vigentes en legislación alimentaria quedando al margen de considerarse medicamentos. Pero quizás los productos más ampliamente vendidos en parafarmacia sean los productos de dermofarmacia, incluyendo desde cosméticos, fotoprotectores hasta productos de higiene personal.
Otra sección que puede encontrarse son los productos de dietética y alimentación, desde las leches infantiles y papillas hasta alimentos más especializados destinados a personas con alteraciones metabólicas. Y por último están los productos sanitarios donde se incluyen productos tan diversos como los destinados a las curas como gasas, tiritas y vendas, productos para la lactancia como tetinas y biberones, productos infantiles como pañales y chupetes, productos para la incontinencia urinaria, biocidas como por ejemplo los preparados antipiojos y también puede venderse en parafarmacias, considerándose productos sanitarios, materiales y productos especiales como son las sondas, cánulas, jeringas, agujas y productos de ortopedia.
No es obligatorio que el personal que atiende al cliente en una parafarmacia sea licenciado en farmacia pero sí que es muy recomendable que sean profesionales bien preparados para asesorar adecuadamente sobre los productos, con lo que, tanto licenciados en farmacia como técnicos en farmacia y parafarmacia ofrecen una formación idónea para este tipo de servicio.
Estas figuras profesionales ayudan a transmitir una imagen de calidad y confianza de la parafarmacia. Los locales dedicados a vender productos de parafarmacia conviene que sean luminosos y que transmitan sensación de limpieza y orden. Se identifican externamente por una cruz luminosa de color azul, para diferenciarlas de las farmacias. No obstante, en las oficinas de farmacia se tiende cada vez más a ampliar sus instalaciones con una sección específica para los productos de parafarmacia, con personal para atender exclusivamente dicha sección.