¿Qué ventajas o desventajas tienen los smartwatches?
Sin duda esta Navidad uno de los regalos tecnológicos que triunfará serán los smartwatches. Creo que gran parte del mundo ha oído hablar de estos dispositivos y hemos visto y toqueteado alguno en alguna tienda Fnac o MediaMark, pero ¿realmente sabemos qué es y para qué sirve este nuevo gadget?
¿Es algo que nos va a ser realmente útil o sólo nos hará felices unos pocos meses y luego lo dejaremos encerrado en un cajón?
Un smartwatch, si lo definimos literalmente, significa reloj inteligente y viene a ser un ordenador miniaturizado, con aspecto de reloj y que aparte de dar la hora nos ofrece muchas otras funcionalidades, entre las que podemos destacar:
- Acceso a internet vía wifi o bluetooth a través del smartphone.
- GPS y brújula.
- Acelerómetro.
- Realización y recepción de llamadas telefónicas.
- Recepción y envío de mails.
- etc.
La mayor parte de los actuales modelos sólo sirven como interfaz para el Smartphone, pero empiezan a haber algunos modelos independientes, y como curiosidad el último invento de Google, ¡el smartwatch capaz de sacar sangre sin agujas!
A otro nivel debemos considerar las pulseras de actividad o fitbit que se quedan a medio camino entre un reloj inteligente y un simple monitor de actividad física, según el modelo.
Aunque tal y como los conocemos actualmente, los primeros smartwatch se empezaron a comercializar en 2012, pero podríamos afirmar que ya en los años 80 se hicieron los primeros pinitos con aquellos relojes Casio que incorporaban una calculadora. Hoy en día, estos dispositivos, que van ya por la tercera generación de los mismos, tienen la misma potencia de procesamiento que un ordenador de hace no más de 3 años.
Una vez aclarado el concepto, la pregunta del millón es si vale la pena gastarse el dinero en la compra de uno de ellos.
La respuesta no es fácil y depende evidentemente de la persona y la facilidad de cada uno para sacar el máximo partido de este gadget, pues al igual que los Smartphone, seguro que gran parte de los usuarios, puede que sólo utilicen una pequeña parte de sus posibilidades.
Con el fin de poder dar una respuesta objetiva, os voy a exponer, desde mi punto de vista las posibles ventajas y posibles inconvenientes de estos nuevos dispositivos y que espero que os ayude a tomar una decisión más clara sobre si adquirir uno o no.
Ventajas
Partiendo de la base que existen ya modelos capaces de realizar casi lo mismo que un Smartphone, pero con algunas limitaciones, creo que esa es la principal ventaja de estos dispositivos.
Tener en la muñeca un dispositivo capaz de notificarte la llegada de un correo y leerlo desde tu muñeca sin tener que acceder al Smartphone aporta una ventaja en diversas situaciones como en una reunión de trabajo o realizando deporte.
También podremos usarlo para que nos guíe dándonos indicaciones para llegar a un punto determinado o realizar fotos de forma más discreta.
En definitiva, tener todas estas funcionalidades en la pulsera, es mucho más cómodo que tener que usar el Smartphone, nos facilita de alguna forma la vida.
Otro aspecto destacable es la versatilidad. Estos dispositivos permiten cambiar el aspecto de la pantalla, lo cual para algunos usuarios puede resultar atractivo, dando la sensación de tener un reloj diferente cada pocas semanas, por ejemplo.
En un futuro muy cercano, creo que los relojes inteligentes junto con el avance de lo llamado el internet de las cosas, será un elemento fundamental en la domótica. Pensemos en que podríamos controlar todos los dispositivos de nuestra casa que estén conectados a internet (luces, alarma, cortinas, nevera, etc.) desde nuestro smartwatch.
En los próximos meses, estoy seguro que encontraremos muchas más ventajas o necesidades que explotar a través de un smartwatch.
En el momento que los consumidores adoptemos como propio este gadget y las ventas se incrementen, seguro aparecerán nuevas necesidades de uso que el mercado generará a partir de la experiencia del uso.
Desventajas
En lugar de desventajas, creo que es más apropiado hablar de problemas que puede acarrear un reloj de este tipo o, en todo caso, aspectos mal solucionados.
Está claro que el tamaño es una limitación para según que funcionalidades, y este es un aspecto difícil de solucionar pues un reloj debe tener un tamaño acorde a la muñeca de un ser humano y que sea proporcional.
Otros de los aspectos a resolver hoy en día es la autonomía de la batería. La mayoría de ellos están sincronizados con su correspondiente Smartphone y tienen una autonomía de unas 12h. La excepción son las pulseras fitbit que como he comentado anteriormente, las cuales tienen una función muy específica y tienen mayor autonomía.
La compatibilidad con el Smartphone es otro de los aspectos a resolver y en la que los fabricantes deberían definir un estándar de desarrollo que facilite la elección del dispositivo a los usuarios, ya que hoy en día no es posible usar cualquier smartwatch con cualquier modelo de Smartphone.
El coste de estos dispositivos también puede ser un freno a su implantación. Y si bien podemos encontrar dispositivos de gama media por unos 200€, el precio podría llegar a dispararse por el pago de patentes de comunicaciones móviles si se decidiese incorporar esta tecnología en los smartwatch. Recordemos que hoy en día la conectividad a Internet la realizan a través de su conexión con el Smartphone.
Por último, y no es un tema baladí, los diseños de los relojes deben mejorarse. Al final estamos hablando de un elemento tecnológico, pero también de un complemento de moda. Los fabricantes deben poner su ingenio en vender no sólo la tecnología, sino también un aspecto más atractivo para cautivar al usuario.
Conclusión
No podemos afirmar hoy si los smartwach serán capaces de revolucionar nuestras vidas como lo has hecho los smartphone en tan poco tiempo.
El futuro no está escrito, pero si los fabricantes son capaces de generar en el consumidor la necesidad de este gadget mediante por ejemplo una funcionalidad que no pueda cubrir otro tipo de dispositivo o bien una experiencia de uso diferencial, estoy seguro que en muy poco tiempo todos llevaremos en nuestra muñeca un reloj inteligente, de la misma forma que llevamos uno o varios Smartphone en nuestros bolsillos o bolsos.