Una historia de andamios en la historia
Sería imposible levantar una construcción sin andamios ya que son el medio por el que una gran parte de cualquier obra se hace accesible a los operarios. Estas plataformas, fijas o móviles, llevan intrínseca una gran peligrosidad debido al trabajo en altura que se realiza sobre ellas, por lo que deberemos ser cuidadosos y cumplir a rajatabla las numerosas normas de seguridad que aplican tanto sobre su montaje/desmontaje como al trabajo sobre ellos.
Los andamios han existido siempre desde que el hombre empezó a construir. Para armar los muros exteriores de cualquier edificio siempre fue necesario levantar una estructura que fuese capaz de sostener a los constructores y en muchos edificios centenarios es todavía relativamente fácil observar la huella de estos andamios primitivos. Por ejemplo, en la siguiente imagen de la torre campanario del Monasterio de Pedralbes (finalizado en 1327), se pueden observar los pequeños huecos que, metódicamente en altura y longitud, se iban dejando vacíos al colocar las sucesivas hiladas de piedra. En estos huecos se encajaban vigas de madera destinadas a soportar las plataformas de trabajo superiores, a medida que la obra iba creciendo en altura. Una vez que la obra se había coronado, el desmontaje de los andamios se realizaba de arriba a abajo.
Pero si en Europa se utilizó tradicionalmente la madera para la construcción de andamios, en Asia todavía actualmente se siguen construyendo los andamios al modo tradicional aprovechando la excelente combinación entre robustez y flexibilidad que ofrecen las cañas de bambú (imagen de cabecera).
Hoy en día, la variedad de andamios que se pueden utilizar en cualquier obra es grande. Desde andamios de borriquetes (los más sencillos para pequeñas obras) hasta los andamios prefabricados fijos, pasando por las torres de trabajo móviles, o las plataformas colgantes también llamadas «jaulas» y que hoy en día se encuentran también motorizadas. Para el trabajo con cualquier tipo de andamio conviene consultar tanto las Normas Técnicas de Prevención que e aplican sobre cada uno de ellos y que determinan las características con las que, en aras de la seguridad de todos los trabajadores, deben construirse los diferentes tipos de andamios, como el Real Decreto 2177/2004 por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad en materia de trabajos temporales en altura.
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