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5 actividades para trabajar los sentimientos negativos en niños

5 actividades para trabajar los sentimientos negativos en niños

Escrito por Equipo Editorial

Ha llegado un nuevo curso escolar, con él empezamos nuevas etapas y nuevos caminos, etapas y caminos que nos traerán cosas muy positivas y algunas de no tan positivas. Por ello en el post de hoy vamos a hablar de qué podemos hacer para trabajar los sentimientos negativos que pueden surgir en un aula de educación infantil. Como sabemos es una etapa compleja, los niños aprenden muy rápido y sus emociones y sentimientos crecen, también, muy rápidamente. Para ello es importante que tengamos muy presente que la educación emocional hay que enseñarse y entrenarse desde bien pequeño.

«La inteligencia emocional engloba todas aquellas capacidades que nos permiten resolver problemas relacionados con las emociones y los sentimientos. Para ser felices es más importante saber descifrar lo que nos ocurre y actuar en consecuencia, que tener almacenados muchos conocimientos y no saber hacer uso de ellos. La educación emocional busca el crecimiento integral de las personas para conseguir un mayor bienestar en la vida.» (Moreno, 2001).

Ayudar a gestionar las emociones es básico para cualquier persona, si los alumnos aprenden a gestionar sus emociones lo agradecerán mucho en un futuro. Es una etapa donde los alumnos se descubren y donde la socialización cobra un papel muy importante. Entender las emociones es primordial, sentimientos como el miedo, la inseguridad, la ansiedad, entre otros son normales pero hasta un cierto punto. Si estas emociones se convierten en negativas e impiden a los niños tomar decisiones o hacer acciones hay que encontrar una solución. Por todo ello es importante ayudar a los niños a convertir estos sentimientos negativos en positivos, trabajar los sentimientos para poder gestionarlos en la mayor medida posible ya desde la etapa de educación infantil.

¿Cómo podemos hacerlo?

Lo principal es hacer que el niño tenga conciencia de sus emociones, tanto las positivas como las negativas. Es necesario identificar cada una de estas emociones y tenerlas como algo que nos puede hacer daño.

  • Para ello podemos preparar una actividad plástica donde juguemos a identificar emociones. Antes de realizar la búsqueda de imágenes que nos susciten emociones en casa, con ayuda de los familiares, proponemos hacer una sesión donde en la misma clase se puedan proyectar diferentes caras de niños con diferentes emociones, por ejemplo, un niño contento, triste, asustado, sorprendido, etc. Entre toda la clase y con ayuda del profesor los niños deberán identificar emociones y describir situaciones donde han podido sentir estas sensaciones.

Posteriormente, en casa, se recogerán diferentes imágenes de revistas donde aparezcan personas con sentimientos distintos. Así, se podrá finalizar con un mural de los sentimientos y conocer cada uno de ellos identificando los positivos de los negativos. Podemos dejar el mural colgado durante todo el tiempo que lo creamos necesario.

  • Para poder seguir identificando dichas emociones podemos recurrir al diccionario de las emociones. Es un juego muy eficaz para que los niños aprendan a interiorizar sus emociones. Se utilizan cartulinas donde los alumnos escriben, en letras grandes, los nombres de una emoción: tristeza, alegría, rabia, etc. Después tienen que hacer un dibujo inspirado en dichas emociones y en la respuesta, emocional y/o física.
  • Otra opción muy familiar para los niños y muy efectiva son los cuentos que nos hablan de emociones concretas. Por suerte cada vez tenemos más literatura infantil que nos permite trabajar las emociones, en el aula se podrá leer, comentar y reflexionar acerca de las emociones que se quieran trabajar. En la red existen un sinfín de referencias bibliográficas que nos ayudarán enormemente con nuestro trabajo en este sentido.
  • Para gestionar particularmente las emociones negativas existe un recurso conocido pero muy efectivo, una especie de caja o cajón de los miedos. Los niños han de conocerla previamente y han de tener muy claro su funcionamiento. Trataremos de hacer una reunión a modo de asamblea donde se presentará dicha caja, es importante explicar que es una caja especial, capaz de retener todos los miedos y malos sentimientos que pueden sentir los niños en cualquier momento. No es necesario que los experimenten en el momento, es decir, pueden haber tenido una experiencia mala en otro lugar ajeno a la clase que les haya hecho sentirse mal o tener miedo y podrán ir a la caja de los miedos y depositar esa experiencia, ese sentimiento en ella en cualquier momento. Lo importante es que sepan que los miedos se quedan dentro de la caja y no vuelven a salir, del mismo modo que sean capaces de identificar sus miedos y poder expresarlo para dejarlo “guardados” en la caja. También se aprovechará ese momento para explicar posibles soluciones o formas de enfrentarse a esos sentimientos, dotándoles así de recursos para reconducir sus emociones negativas y hacerlas frente en vez de omitirlas.
  • Otra manera de ayudarles es con distintas técnicas de relajación en clase. Visualizaciones con situaciones placenteras que calman la ansiedad y la angustia, produciendo efectos positivos y distrayendo a los niños de las sensaciones y sentimientos negativos.

¿Cómo trabajáis vosotros las distintas emociones en el aula de educación infantil? ¿Creéis que es positivo trabajar la educación emocional desde bien pequeños? ¿Por qué?

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