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6 experimentos de ciencias para hacer en casa durante las vacaciones

6 experimentos de ciencias para hacer en casa durante las vacaciones

Escrito por Nancy López Lago

¿Estás buscando actividades originales para hacer con tus hijos este verano? Te propongo 6 experimentos de ciencias con los que no sólo disfrutaréis sino que también aprenderéis cosas interesantes. Para los niños los experimentos científicos son casi como hacer magia y una vez comiencen te va a costar parar. Allá vamos…

Plantas que cambian de color

Se trata de un experimento muy sencillo de hacer pero con resultados muy vistosos. Los pasos a seguir son: Coger 2 tarros de cristal y poner agua con colorante. Poner en cada tarro un par de flores preferiblemente blancas y con el tallo cortado en diagonal y observar como en un par de horas cambian de color.

¿Qué aprendemos? Cómo el agua es transportada por el tallo hasta llegar a las hojas y la flor. Podemos explicar a los niños que las plantas se beben el agua a través del tallo cortado y que por sus «venas» suben hasta las hojas y la flor y por eso cambian de color. Lo interesante de este experimento es provocar en los niños que hagan «hipótesis», es decir, preguntarles que creen que va a pasar y escuchar sus respuestas. Si son pequeños les podemos pedir que dibujen lo que ellos creen que va a suceder y después de unas horas o al día siguiente comprobar con ellos que ha sucedido y si se verifica o no la hipótesis hecha.

Observar cómo crece una planta

Este experimento me encanta por su sencillez y al mismo tiempo por todos los valores transversales que podemos trabajar al mismo tiempo: el cuidado de las plantas y la responsabilidad que implica regar cada día, la importancia del medioambiente y su cuidado, el valor de la vida sea cual sea, etc.

¿Qué necesitamos? Un tarrito de cristal o bien la carátula de plástico de un CD, un poco de tierra o algodón, lentejas, un cuenta gotas o pipeta, una lupa y agua. Yo recomiendo el uso de lentejas porque suelen germinar siempre y de forma muy rápida, y de esta manera mantenemos el interés de los niños en observar y comparar el crecimiento de la planta. Es interesante ir haciendo fotos cada día y así poder comparar el crecimiento, podemos ir midiendo y anotando todo lo observado y de esta manera los niños se involucran más y los hacemos sentir pequeños científicos.

¡Cuidado… el deshielo!

Si tenéis peques en casa seguro que os ha tocado ver más de una vez la película de dibujos animados «Ice Age el deshielo». Si vuestro niño es fan de la película este experimento le va a encantar y si no la conoce también porque verano, calor y hielo siempre es una buena opción de juego.

Este experimento cuenta con dos pasos y se tiene que hacer en dos días diferentes. Mi consejo es que los niños participen tanto en la elaboración del hielo como en el deshielo ya que pueden aprender mucho de ambos pasos.

Paso 1. Congelar: Consiste en coger un recipiente bastante grande (un tapper de cristal, por ejemplo) y meter dentro diferentes objetos como pueden ser muñequitos de plástico de animalitos, avellanas o nueves, etc. En una botella a parte ponemos agua y un poco de colorante azul (muy poquito para que quede un color muy suave y se sigan viendo las figuras congeladas). Una vez lo tenemos todo, añadimos el agua coloreada al tupper, cerramos y ponemos en el congelador, mínimo 24-48 horas.

Paso 2. El deshielo: Lo ideal es sacar el bloque de hielo del tupper y ponerlo en una bandeja de plástico grande, al mismo tiempo ofrecemos al niño diferentes medios para sacar al figuras del hielo:

  • Un baso con agua templada (mejor que no esté demasiado caliente para evitar quemaduras, aunque evidentemente con agua muy caliente el experimento es más efectivo) y pipetas o cuentagotas.

  • Un recipiente con sal y una cuchara.

  • Un punzón y un pequeño martillo de juguete.

Es importante situar todos los objetos cerca del niño pero que sea él el que decida cómo manipularlos, en qué orden probar, con qué intensidad, etc. Partimos del verdadero método científico basado en el ensayo y error, permitiendo que haga sus propios descubrimientos y disfrutando al mismo tiempo.

Una vez «salvados» todos los animales podemos preguntar al niño que método ha sido el más efectivo, con qué problemas se ha encontrado, si le ha gustado, etc.

¡Hacemos magia!  Creamos pasta que brilla en la oscuridad.

Este experimento les suele fascinar. Es también muy fácil de hacer y sólo se necesita harina fina de maíz (maicena) y tónica. Combinando estos dos ingredientes obtenemos una pasta fluorescente que bajo una luz ultravioleta o negra brilla mucho y hace las delicias de los niños, que se sienten verdaderos magos. Las medidas se pueden hacer a ojo, poniendo en primer lugar la maicena en un bol e ir añadiendo poco a poco la tónica mientras vamos amasando. Esta masa además de ser fluorescente con luz negra tiene la singularidad de que al ejercer mucha presión se torna sólida mientras que si se para de presionar se vuelve líquida.

Explosión de colores. Leche mágica.

Para realizar este experimento vamos a necesitar un plato hondo, leche, bastoncillos de los oídos, colorante alimentario y detergente líquido tipo fairy. Primero llenamos el bol de leche, después añadimos unas 10 gotas de colorante amarillo, rojo y azul, después cogemos un bastoncillo y en la punta le ponemos el detergente, seguidamente ponemos la punta del bastoncillo en el centro del plato y observamos la magia, es decir, vemos como los colores de mezclan todos y crean colores nuevos.

Observar una erupción volcánica

Se trata de una combinación de manualidad y de experimento. Por un lado, en la primera fase de preparación debemos crear el volcán y después en la segunda fase hacerlo erupcionar. Os puedo asegurar que es una de las actividades con las que más disfrutan ya que a los niños les suele interesar mucho todo lo relacionado con volcanes, terremotos, y desastres naturales.  Para hacer el volcán necesitaremos una botella pequeña de agua y plastilina, pasta de sal o pasta de modelar (como más nos guste) para formar la montaña a su alrededor. Una vez acabado el volcán llenamos la botella con bicarbonato sódico, una gota de colorante y un chorro de detergente concentrado. Después removemos. Una vez listo echamos el chorro de vinagre y … «voilà» ¡ya tenemos erupción volcánica!

Esta es una pequeña muestra de experimentos a realizar, pero hay muchos más. ¿Qué experimentos habéis hecho vosotros con vuestros niños?

Curso relacionado: FP de Grado Superior de Educación Infantil

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