Claves para crear un espacio sensorial en el aula de educación infantil
Si hay una premisa clave en educación infantil es que es muy importante no olvidar que los niños se desarrollan a todos los niveles. Por tanto, debemos estimularlos teniéndolo en cuenta.
Hoy os voy a hablar de uno de los más importantes: el desarrollo sensoperceptivo. A mis alumnos/as del Ciclo Formativo de Grado Superior del Técnico en Educación Infantil siempre intento remarcarles la gran importancia que tiene la manipulación y la experimentación a la hora de desarrollar los sentidos y es que esto beneficia al pensamiento, el lenguaje y la inteligencia de los/as niños/as.
Por este motivo, hoy os traigo algunas claves para crear un espacio sensorial en el aula de educación infantil.
Para abordar el tema lo dividiré por edades, pues considero que varía bastante, sobretodo, en relación al primer ciclo de educación infantil (0-1 años, 1-2 años, 2-3 años) y al segundo ciclo (3-6 años):
- 0-1 año: Es una edad clave en la estimulación sensorial porque muchos de los sentidos están en pleno desarrollo (por ejemplo, la vista es el que menos desarrollado está y, por el contrario, el oído el que más). Pero, ¿qué podemos hacer para contribuir a que sigan desarrollándose? Es importante tener en cuenta la decoración, pues esta también los estimula: móviles colgantes encima de cada cuna, colores vivos (pero suaves que les proporcionen una mayor sensación de calma), imágenes con contrastes de colores bastante diferenciados pegadas en las paredes y en el suelo (siempre teniendo en cuenta donde alcanza la vista de los niños que son muy pequeños). A la hora de crear un espacio dedicado a los sentidos, propongo un “rincón blando” compuesto de: una colchoneta grande (con funda de tela para ir cambiándola cada vez que los bebés la ensucian, pues esto puede ser prácticamente a diario), cojines y algún peluche. Este espacio lo aprovecharemos para ir ofreciendo diferentes materiales basados en la manipulación y experimentación a través de los sentidos: la cesta de los tesoros puede estar de forma permanente (tenéis más información sobre ella en un artículo que escribí hace tiempo), un cesto con diferentes instrumentos de música (maracas, castañuelas, panderetas, flautas pequeñas, etc. siempre vigilando que no hayan objetos/piezas pequeños/as con los que se corra el riesgo de atragantarse), un cesto con materiales similares (pueden ser telas, tapones de plástico o tapas de metal, pañuelos de colores, “peluches sonoros”, materiales naturales que identifiquen cada estación del año (por ejemplo, en otoño piñas), bolsitas con diferentes especies en su interior, etc. Siempre hay que recordar que todo lo que les ofrezcamos irá a la boca y, por tanto, debemos vigilar/elegir correctamente cada material.
- 1-2 años: A esta edad se inicia el juego heurístico. En el artículo “Cómo preparar una sesión de juego heurístico” os explico en qué consiste esta actividad y cómo la podemos preparar, por tanto, os recomiendo que lo leáis para saber más sobre ella. Pero, ¿qué podemos hacer para crear un espacio sensorial en esta aula? Creando un rincón en el que ofrezcamos diferentes materiales a manipular (de deshecho, relacionados con el juego heurístico, por ejemplo: un cesto con cartones del rollo del papel de váter, otro con potes de yogurt tipo “actimel”, otro con cucharas de madera…). La finalidad es ofrecerles diversas opciones de materiales que les permitan explorarlos libremente. La única premisa será que tendrán que dejarlos recogidos (con nuestra ayuda). Para ambientar y delimitar este rincón nos bastaría con una alfombra de colores que servirá para que los/as niños/as reconozcan el espacio y recuerden que los cestos con los diferentes objetos van situados encima de ella.
- 2-3 años: De nuevo considero que la creación de un rincón es la mejor forma de crear un espacio sensorial. En esta etapa cobra más sentido que nunca porque es cuando surge el juego simbólico. Por tanto, podemos crear cualquier rincón relacionado con él porque estos estimulan todos los sentidos: cocinita, muñecas, instrumentos, coches, animales, médicos, oficina… Además, podemos ofrecerles, de forma puntual, distintos materiales relacionados con cada sentidos: caja de la mirada (con objetos que potencian la vista: linternas, caleidoscopios, papel de celofán de diferentes colores, etc.), manipulación de instrumentos musicales durante las audiciones, sencillos talleres de cocina con los que estimularemos el olfato y el gusto a la vez, etc.
- 3-6 años: Podemos seguir creando rincones relacionados con el juego simbólico, no obstante, a partir de este segundo ciclo de educación infantil, podemos añadir de forma permanente alguno relacionado directamente con la experimentación utilizando, por ejemplo, diferentes técnicas plásticas: plastilina, pintura de dedos, acuarelas, ceras, hojas de diferentes rugosidades-texturas… Las opciones son múltiples y de lo más variadas.
Hasta aquí mis propuestas para potenciar el desarrollo sensorial en el aula de educación infantil. Espero que podáis poner en práctica mis consejos y, sobretodo, que os haya servido para reflexionar sobre la importancia que tiene la estimulación de los sentidos mediante la manipulación y la experimentación, pues es la mejor forma de conocer el entorno que les rodea.
Seguro que leyendo el artículo os han venido a la cabeza más ideas. Podéis compartirlas en los comentarios de este artículo y, de esta forma, podemos enriquecernos y aprender los unos de los otros.
Curso relacionado: FP de Educación Infantil.
Eva Cebollero Pardina