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6 Claves para motivar a los niños en matemáticas

6 Claves para motivar a los niños en matemáticas

Escrito por Laura López Mera

Hace algún tiempo, ya os hablé sobre las matemáticas en mi entrada “Cómo trabajar la lógica-matemática con material inespecífico en el aula de Educación Infantil”. Ya en esta entrada vimos cómo podemos trabajar la materia de una forma lúdica a edades muy tempranas. El niño tiene la capacidad para percibir y aprender de forma espontánea de las experiencias que le proponemos e inevitablemente, no podemos negar que las matemáticas como tal están muy presentes en la vida cotidiana.

Para comprar una barra de pan hacemos cálculos monetarios; para coger el autobús calculamos el tiempo que tardamos en llegar hasta él y no perderlo; para cocinar un plato de arroz medimos el tiempo que tarda en hacerse,… y así hasta la saciedad.

No obstante, a pesar de esto, las matemáticas suelen ser una materia que no gusta a todos los niños. Quizá sea por la dificultad para conseguir la concentración y atención necesarias para resolverlas o quizá también, por qué no mencionarlo, porque no se les ha presentado de la manera más adecuada y adaptada a la edad de una forma práctica (y aquí deberíamos de hacer una crítica como adultos docentes). Sea como fuere, es muy importante que los niños vean las matemáticas como su aliado y no como un enemigo a batir; debemos conseguir que le vean sentido de un modo práctico y que les resulten atractivas y motivadoras para su vida diaria.

Trabajar las matemáticas de forma motivante

Siguiendo con el tema de la crítica hacia aquellos docentes que imparten esta materia sin mucho afán, me gustaría comentar algunos trucos que pueden servir de ayuda para motivar a nuestros pequeños a que cojan el gusto por la materia. Veamos.

  • El uso cotidiano de las matemáticas. Los niños deben ver la utilidad que tienen para encontrarles el gusto por aprenderlas. Por ejemplo, en el supermercado te pueden ayudar a hacer la cuenta de cuánto cuestan los productos que hayas cogido en el carro de la compra; de viaje, se puede calcular cuánto tardaremos en llegar al destino según velocidad del coche y los kilómetros que llevamos, medir la cantidad de macarrones para comer, etc. La cuestión es que vea la utilidad que tienen y que es algo que se usa a diario.
  • Trabajar a través de juegos. Se pueden enseñar matemáticas de muchas maneras y una de ellas es mediante la vertiente lúdica. Jugar a la oca, al parchís, al ajedrez, a las cartas,… son juegos en los que se trabaja las matemáticas de forma espontánea y amena a la vez que le ayudarán a desarrollar otras cualidades como la paciencia, la concentración, los turnos, el pensamiento analítico, etc. ¡Todo a la vez!

Cuando son más pequeños, los juguetes de encajar piezas, las construcciones los juegos de clasificación, seriación y demás también nos permiten trabajar el volumen, las formas, la percepción, etc.Otras cualidades que también engloban las matemáticas.

  • Motivarles a aprender. La motivación es el motor de cualquier aprendizaje. Esto va muy ligado al punto anterior, el de aprender jugando. Cuando vea que se divierte y que las matemáticas le sirven para algo ya tendrá la motivación intrínseca. Además, nosotros como adultos también deberíamos de ejercer de ejemplo y no hablar mal de esta materia como tanta gente hace. Los niños escuchan e interiorizan inconscientemente este tipo de comentarios y los hacen suyos.
  • Empezar a trabajar de forma temprana. Cuanto más pronto empiecen mejor. Muchas veces los adultos hacemos cosas inconscientemente delante de los niños  como hablar y contar cosas. Esto es muy enriquecedor para ellos además que les suele gustar, les da seguridad y tranquilidad. Además, a edades tan tempranas, los niños son como esponjas que absorben cualquier aprendizaje y
  • Adaptar la dificultad al nivel del niño. Muchas veces, los niños sienten que no entienden y se frustran con rapidez. En este punto hay que saber ver que hay conceptos complejos y abstractos que se escapan de su raciocinio y habría que trabajar bien las bases para poder avanzar hacia temario cada vez más complejo. Poco a poco irán comprendiendo y afianzando conceptos que les permitirá progresar hacia problemas cada vez más complejos.
  • Apuesta por la evaluación continua y formativa. Evaluar a los alumnos de forma continua nos sirve para conocer sus progresos y detectar más fácilmente las dificultades que les van surgiendo durante el proceso. Todo  esto permite personalizar el aprendizaje en función de sus necesidades y obtener el mejor rendimiento posible. Poniéndolos a prueba frecuentemente y no solo en exámenes o pruebas, serán conscientes de sus errores y adquirirán confianza para superarlos.

Como veis, hay muchos trucos para motivar a los niños a trabajar de forma activa, dinámica y significativamente las matemáticas para que les pierdan el miedo. ¿Qué te parecen estos consejos?, ¿Qué haces tú para motivar a tus alumnos? Anímate y compártelo con nosotros.

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