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Cómo usar un spa: las claves

Cómo usar un spa: las claves

Escrito por Equipo Editorial

Si después de salir de un spa te has sentido cansado/a o has experimentado mareos, es probable que no hayas realizado correctamente el circuito. Quizá incluso hayas descuidado algunas de las medidas de seguridad fundamentales para disfrutar de este espacio de bienestar. Por ello, en el artículo de hoy te explicamos en detalle cómo usar un spa y cuáles son las claves para sacarle el máximo partido, disfrutando así de una buena sesión de relajación. ¡Vamos allá!

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Qué es un spa y qué partes tiene

A veces, algo tan sencillo como usar un spa puede parecer más complejo de lo habitual, especialmente para aquellos que no están familiarizados con sus instalaciones ni saben qué pueden esperar de ellas. Quienes no han acudido nunca a un spa y vayan a hacerlo por primera vez, deben conocer en detalle en qué consiste este espacio y qué hay en su interior. Si este es tu caso, no debes preocuparte, ¡empezaremos por las presentaciones!

Lo primero que debes saber es que un spa es un establecimiento que ofrece tratamientos, terapias y actividades relajantes. Para ofrecer estos tratamientos, los spas emplean como elemento principal el agua con fines terapéuticos, sobre todo aguas termales. Estos centros están diseñados para proporcionar una experiencia de bienestar integral, combinando diferentes técnicas para relajar el cuerpo y despejar la mente.

La palabra «spa» proviene del latín «salus per aquam», que significa «salud a través del agua». También se adjudica el origen a la ciudad belga de Spa, conocida por sus aguas termales curativas.

Otro aspecto interesante que debes tener en cuenta es que no todos los centros son iguales ni ofrecen los mismos servicios: algunos se centran en el hidromasaje, por ejemplo, mientras que otros cuentan con un catálogo más amplio y ofrecen también salas de masaje o piscinas de agua fría.

Para que te hagas una idea de cómo usar un spa en función de los elementos que conforman estos espacios, a continuación te adelantamos las partes más comunes que podemos encontrar en un spa:

  • Piscina de hidromasaje: También conocida como jacuzzi, es una piscina con agua caliente y jets de presión que masajean el cuerpo.
  • Sauna: Es una cabina de madera con calor seco que ayuda a eliminar toxinas y relajar los músculos.
  • Baño turco: Similar a la sauna, pero con calor húmedo, el baño turco es la opción ideal para abrir los poros y purificar la piel.
  • Duchas de contraste: Similares a las duchas tradicionales, estas alternan agua fría y caliente para estimular la circulación.
  • Zona de reposo: Consiste en un área tranquila con tumbonas para descansar entre tratamientos.
  • Salas de masaje: Aunque no todos los spas las tienen, estos espacios privados se utilizan para recibir diferentes tipos de masajes terapéuticos.
  • Piscina de agua fría: Espacios diseñados para refrescarse después de las zonas calientes y cerrar los poros.
  • Pediluvio: Un pasillo con agua para caminar y estimular los pies. Se utiliza para pasear dos o tres veces por un pasillo de cantos rodados durante el tiempo programado de los rociadores de agua.

Cómo usar un spa correctamente: guía completa

Ahora que ya sabes cuáles son los elementos más comunes, seguro que ya tienes bastante claro cómo usar un spa. Aun así, las personas que acuden por primera vez a uno pueden encontrar abrumador no saber cuál es el orden recomendable para disfrutar de cada uno de sus numerosos servicios.

¿No sabes por dónde empezar? ¡Despreocúpate! En este apartado te presentamos una guía completa con pasos sencillos que te ayudarán a navegar por tu visita al spa para cada momento sea placentero y relajante. Toma nota:

  • Realiza algunos preparativos antes de ir. Es importante beber agua antes de salir para estar bien hidratado/a. Además, también te recomendamos evitar comer en exceso antes de tu visita, de manera que no te encuentres en plena digestión.
  • Dúchate antes de empezar el recorrido. Limpia tu cuerpo antes de entrar en las instalaciones, una medida higiénica fundamental.
  • Guíate por el circuito diseñado, pero personalízalo según tus objetivos. Generalmente, lo más habitual es empezar por las zonas húmedas y calientes, y terminar con las frías. De todos modos, no tienes por qué utilizar todas las instalaciones, o incluso podrías disfrutar del mismo servicio varias veces intercaladas. Ajusta el circuito a tus preferencias.
  • Respeta los tiempos recomendados en cada zona. No pases más de 15 o 20 minutos en saunas o baños turcos para evitar deshidratación.
  • Usa las zonas de descanso cuando lo necesites. Tómate tu tiempo para relajarte entre tratamientos y asegúrate de no experimentar mareos o cansancio.
  • Prueba servicios diferentes para una experiencia única cada vez. Sobre todo si eres un/a aficionado/a de estos espacios, procura alternar entre piscinas, saunas, duchas y masajes para una experiencia más dinámica y completa.
  • Mantente alerta de las señales de tu cuerpo. Si en algún momento llegar a sentir mareos o incomodidad, sal inmediatamente y descansa.
  • Respira de manera consciente. El spa es el entorno ideal para alcanzar un estado todavía más profundo de relajación y calma, tanto física como interior. Practica la respiración profunda para aumentar la relajación.
  • No tengas prisa al salir. Sal despacio de las instalaciones y no tengas prisa: date tiempo para que tu cuerpo se adapte.

Recuerda que usar un spa no es recomendable para mujeres embarazadas o niños menores, personas con problemas de salud, enfermedades de piel, personas con síntomas de tensión baja o dolor de cabeza recurrente.

La importancia del spa en el turismo

Los spas, balnearios y otros establecimientos donde se ofrecen cuidados y tratamientos relajantes se han convertido en una parte esencial de la industria turística, transformando la forma en que los viajeros planifican sus vacaciones. Ahora, el turista promedio ya no solo quiere visitar sitios, sino también vivir experiencias que promuevan el bienestar.

Como consecuencia de esta creciente tendencia, hoteles y casas rurales que ofrecen instalaciones de spa han visto un aumento significativo en su demanda. De hecho, según un estudio de FIJET (Federación Internacional de Periodistas y Escritores de Turismo), España cuenta con al menos 700 spas en establecimientos hoteleros, una cifra que no hace más que aumentar.

Los spas cuentan con una ventaja considerable: mientras que algunas actividades turísticas están limitadas por el clima o la temporada, estos ofrecen una experiencia atractiva durante todo el año.

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Con todos los pasos que te hemos enseñado en nuestro artículo de hoy, seguro que ya tienes claro cómo usar un spa como un/a experto/a. Eso sí, si quieres ir un paso más allá y convertirte en un/a profesional capacitado/a para gestionar este tipo de establecimientos, todavía te queda una etapa por completar: ¡la de titularte!

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