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La importancia del packaging en hostelería y turismo

La importancia del packaging en hostelería y turismo

Escrito por Francesc Olalla

Hace unos días, fui a un centro comercial donde realizaban unas ofertas de viajes para el próximo verano. Nada más salir del parking y antes de entrar en el centro propiamente dicho, vi que habían instalado unos pequeños stands de apenas un par de estanterías que contenían unas pequeñas cajas del tamaño de la mitad de un folio que contenían un libro y un código.

Se trata de un concepto que está de moda desde hace unos años: el libro contiene todas las ofertas disponibles y el código es la reserva que se adquiere. Existen una gran cantidad de opciones diferentes, desde viajes, aventuras, cenas, deportes de aventuras entre otras y dentro de cada oferta se ofrecen decenas de destinos. Ideal para regalar…

Lo que me llamó la atención del concepto fue la presentación, el packaging. Una atractiva caja de plástico dentro de una, no menos atractiva, solapa de cartón que una vez disfrutado el concepto, se puede reutilizar para guardar fotos, recuerdos, etc.

¿Qué es el packaging?

Esto no es más que un pequeño ejemplo de lo importante que puede ser una buena presentación, una buena puesta en escena de un producto. Hoy en día los conceptos que se ofertan al consumidor cambian y evolucionan a una velocidad endiablada, casi a la misma velocidad con la que se quedan obsoletos, por lo que el ofertante debe tener muy claras con qué herramientas cuenta para llegar al cliente.

Una de esas herramientas es el packaging. Concepto de difícil traducción, ya que no existe una palabra en nuestro idioma que recoja todos los matices que contiene este vocablo inglés, ya que, literalmente, significa embalaje, pero detrás de esta palabra se esconde toda una doctrina de marketing.

Podríamos decir que el packaging es la tarjeta de visita del producto que ofertamos al cliente, por lo tanto, a primera vista tiene que ser atractivo para llamar la atención sobre otros productos semejantes, debe ser original de manera que se pueda diferenciar del resto de la oferta y tiene que ser lo suficientemente impactante de manera que sea capaz de crear la necesidad en el consumidor de adquirir el producto.

Independientemente de estas características, el packaging también tiene que cumplir con otros objetivos de obligado cumplimiento. Por un lado, nos debe dar toda la información del producto a través de la etiqueta, incluidas las fechas de envasado y de caducidad en aquellos productos de carácter alimentario, también tiene que ser lo suficientemente consistente como para proteger al producto en sí y su diseño debe permitir un fácil almacenaje y un correcto transporte.

¿Cómo podemos utilizarlo en los negocios de turismo y hosteleria?

En la actualidad, el concepto de packaging está alcanzando un alto desarrollo, hasta el punto de que las empresas dedican una gran parte de su presupuesto en la implantación de un correcto embalaje de sus productos.

Hemos visto el ejemplo de el box de viajes, pero donde realmente se ha implantado este sistema es en el campo de la alimentación y del servicio de comida a domicilio en todas sus variantes, tanto el delivery como el take away. Actuando no solo con las funciones que acabamos de ver sino también con fines encaminados a la protección y conservación de los alimentos que contienen.

La última revolución en el área del packaging está encaminada en el abandono paulatino de los envases de plástico de un solo uso a otro tipo de embalajes reciclables, reutilizables y sobre todo biodegradables. Cuanto mayor es el compromiso ecológico de las marcas, mayor es la aceptación entre el público.

Una vez más, la terrible pandemia provocada por la COVID 19 ha acelerado en gran medida la evolución del uso de plásticos a materiales ecológicos por la altísima demanda que ha tenido la comida preparada como única alternativa a comer de restaurante, siendo el cliente cada vez más exigente y estando mucho más concienciado con lo ecológico.

Hoy en día el cliente potencial tiene muchos factores en cuenta a la hora de elegir una determinada mercancía, ya no es solo el precio o la calidad, sino que también una buena política de reciclaje y funcionalidad contribuirá enormemente al aumento de las ventas.

Esto lo saben todas las empresas del sector, especialmente las que se dedican al Delivery, por lo que no ahorran recursos en desarrollar un packaging personalizado que las identifique entre la competencia.

Desde mi punto de vista, ya se da por hecho que el producto ya posee una determinada calidad, es el embalaje, el envoltorio, la presentación la que supone una deferencia al cliente y le da un valor añadido y diferenciador que el cliente no pasa por alto. ¿No estáis de acuerdo con esta apreciación?

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