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Tipos de necesidades educativas especiales: cómo detectarlas

Tipos de necesidades educativas especiales: cómo detectarlas

Escrito por Equipo Editorial

Si quieres dedicarte a la docencia, o si ya lo haces y quieres ampliar tus competencias en el área, es recomendable que sepas qué tipo de necesidades educativas especiales (NEE) existen y cómo identificarlas en el aula. Una información igual de útil si eres padre o madre y buscas ampliar tus nociones en una materia determinante para asegurar un aprendizaje hecho a medida, que potencie las habilidades de los pequeños/as al máximo nivel. 

En este blog te explicamos qué son las NEE, los diferentes tipos y algunas señales que te ayudarán a identificarlas en niños/as. Completa tus conocimientos con un Curso en Educación Especial y facilita un entorno educativo que se preocupe por cada alumno/a, centrándose en impulsar su crecimiento. ¡Sigue leyendo!

Qué son las necesidades educativas especiales y qué tipos hay

El término necesidades educativas especiales (NEE) hace referencia al alumnado que requiere de apoyo y atención específica durante una etapa o en la totalidad de su aprendizaje. En algunos casos son los propios padres los que ya son conscientes de ello, y en otras es el profesorado quien informa a los tutores de que el/la niño/a requiere de una atención específica para impulsar sus capacidades en el plano académico.

Lo primero que hay que tener en cuenta para saber detectarlas es que no todas las NEE presentan las mismas señales de alerta. Estos indicadores varían mucho en función de la persona, así como de su entorno. Además de esto, también hay que resaltar que existen diversos tipos de necesidades educativas especiales con diferentes grados. En las siguientes líneas te los mostramos. ¡Quédate a leer!

Condición física

Hay ciertas condiciones médicas, como pueden ser trastornos ortopédicos, distrofia muscular o niños con parálisis cerebral, que pueden provocar problemas de visión, de audición o motrices. Una situación que puede requerir de una adaptación de ciertas materias para que el niño o niña pueda formarse de la misma manera que el resto del alumnado.

Necesidades intelectuales

En el plano intelectual nos encontramos con dos tipos de NEE diferentes. Por un lado, se encuentran aquellos niños y niñas que presentan algunas dificultades a nivel intelectual y, por el otro, aquellos y aquellas que tienen altas capacidades, es decir, que cuentan con una superdotación intelectual y que, por lo tanto, también necesitan de una atención específica que permita adaptar el plan de estudios.

Problemas en la adquisición y desarrollo del lenguaje

Otro tipo de necesidades educativas especiales es la relacionada con la comunicación, es decir, con el habla. En las aulas podemos encontrarnos con pequeños/as a los/as que les cueste expresarse de manera clara, una situación que no debería estar presente a determinadas edades. Es por esto que necesitarán de un apoyo extra para impulsar en mayor medida el desarrollo del lenguaje con actividades dentro y fuera del aula.

Problemas conductuales

Hablamos en este caso de niños/as que se comportan de forma incorrecta en clase debido a posibles dificultades a la hora de gestionar sus emociones y de regular la manera en la que se comportan en un entorno como puede ser el escolar. Un ejemplo de ellos pueden ser pequeños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), que necesitarán recursos que se adapten a su circunstancia.

Dificultades en el aprendizaje

En este caso hablamos de problemas en determinadas áreas de estudio, como puede ser la lectura o las matemáticas. Es decir, no se trata de un problema que afecte a la capacidad intelectual en general, sino que se centra en un ámbito específico. Esto puede pasarle, por ejemplo, a niños o niñas que tengan dislexia o discalculia, por ejemplo.

Problemáticas derivadas del contexto de cada persona

Por último, en el tipo de necesidades educativas especiales queremos hacer referencia a las problemáticas derivadas del contexto en el que se encuentren los pequeños. Con esto nos referimos a casuísticas como pueden ser las de niños y niñas que se hayan incorporado tarde al sistema educativo, aquellos que tengan un entorno complicado en casa o que necesiten adaptarse a la lengua o cultura en un nuevo país. 

Cómo detectar las necesidades especiales en los niños

Como ves, detectar necesidades educativas especiales no es sencillo vista la diversidad de problemas y trastornos que se pueden incluir. Descubrir que tu hijo presenta una NEE puede asustar, pero hacer un diagnóstico precoz es clave para que forme parte de un aula inclusiva, que es un entorno en el que el profesorado dedica una atención específica a aquellas personas que requieren de una adaptación del temario y sus actividades para progresar en igualdad junto al resto de compañeros/as.

Cuanto antes podamos comenzar a trabajar con las dificultades que presenta el/la niño/a, mejor evolución podremos ver en él/ella. Por eso es importante prestar atención a diferentes señales que nos pueden indicar la necesidad de consultar con un especialista. Aunque cada caso es un mundo, queremos mostrarte algunos signos que pueden indicarte que el/la pequeño/a puede requerir de una atención específica. ¡Toma nota!

  • Señales atendiendo a la edad:
    • Bebés que a los 3 meses no sonríen, no fijan la mirada, no sostienen la cabeza, no siguen los objetos o las personas con la mirada, no responden a estímulos auditivos o no muestran interés en coger un objeto, o que si lo coge no es capaz de sostenerlo.
    • Niños/as que con 1 año no balbucean ni hacen gestos, como por ejemplo decir hola y adiós o señalar, o que no se comuniquen ni jueguen.
    • Niños/as que con 2 años no mastican sólidos o no pueden subir un pequeño escalón sin ayuda.
    • Niños/as de 3 años que presentan un vocabulario inferior a 50 palabras y no saben expresarse con una frase. Otra señal es que no colabore en tareas de autonomía personal, como ayudar a vestirse o desvestirse.
  • Señales corporales: si hay hipotonía o hipertonía, si hay ausencia de movimientos o estos son anormales, por ejemplo, repetitivos.
  • Señales en la forma de expresarse: observar si se dan miedos exagerados, lenguaje fuera de contexto o ausencia de expresión en la mirada.
  • Señales a nivel de conducta: nos puede alertar que no jueguen, la apatía por el entorno, el aislamiento, la agresividad, la baja tolerancia a la frustración, conductas ritualistas.
  • Señales en el aprendizaje: aquellos niños y niñas que olvidan de forma muy rápida lo aprendido pueden estar dando señales de algún tipo de necesidad educativa específica.
  • Señales afectivas: aquellos pequeños o pequeñas que manifiestan poco contacto afectivo con los padres y madres, así como con las personas cercanas.

Esta lista no pretende ser exhaustiva, pero sí que sirve para darnos cuenta de que la mejor manera de detectar si un/a niño/a presenta algún tipo de necesidad educativa especial (NEE) es dedicando tiempo a observarlo/a de manera atenta.

En conclusión, para detectar posibles NEE debemos fijarnos en su manera de relacionarse con otros niños y adultos, sobre todo con los padres y familiares más cercanos. También es necesario prestar atención a su juego (si juega siempre solo, acompañado, si busca compañía o se aísla, si muestra interés por participar en juegos colectivos o parece que nunca se divierte, si mantiene el contacto ocular o lo evita). Es importante poner el foco en las conductas del niño, sobre todo si se manifiesta de manera violenta, pero también hay que analizar su mundo afectivo y de expresión emocional.

La información que nos transmite a nivel no verbal, es decir, corporal, nos va a dar muchas pistas: cuerpo muy tenso o muy laxo, movimientos repetitivos o conductas de autolesión pueden ser signos de alerta. También es necesario conocer los hitos de desarrollo que se esperan para cada franja de edad para poder valorar si su evolución motora, cognitiva, afectiva y social son acordes a la edad o bien si presenta un retraso evolutivo significativo.

¡Fórmate en Educación Especial!

En resumen, la observación como instrumento de detección precoz será nuestra mejor herramienta como padres o madres, así como profesionales de la docencia. En este último caso, es importante contar con una serie de conocimientos técnicos que permitirán reconocer este tipo de conductas de manera más ágil y eficiente, marcando la diferencia en el desarrollo personal y académico de los más pequeños. ¡Prepárate con el Curso de Educación especial de CEAC!

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