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Educador social en centros penitenciarios: ¿son otras oposiciones?

Oposiciones Ayudante de Instituciones Penitenciarias
Educador social en centros penitenciarios: ¿son otras oposiciones?
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Escrito por Luis Busto

¿Qué son las oposiciones de Educador Social en centros penitenciarios? Además de los Ayudantes de Instituciones Penitenciarias, hay diversas opciones laborales en el ámbito penitenciario, entre las que podemos destacar algunas como: juristas, psicólogos/as, criminólogos/as, pedagogos/as, sociólogos/as, trabajadores/as sociales y educadores/as.

En esta ocasión nos enfocaremos en el educador/a social de prisiones, abordando cómo acceder al puesto, cuáles son sus responsabilidades y su salario. Si te has preguntado sobre las oposiciones para educador de prisiones, aquí encontrarás respuestas.

Qué es un educador social y qué funciones realiza en un centro penitenciario

Un educador social es un profesional especializado en la intervención socioeducativa que trabaja en diversos contextos para promover el desarrollo integral y la inclusión social de las personas. Su labor se centra en diseñar, implementar y evaluar programas y acciones que favorezcan el bienestar social, la integración y la participación de individuos y comunidades en riesgo de exclusión social. Es una tarea imprescindible para reinsertar a estas personas presas en la sociedad.

En un centro penitenciario, cada educador/a social juega un papel fundamental en la reinserción social y la prevención del delito.

¿Cómo consigue desempeñar sus labores? Las tareas de un educador social buscan mejorar la calidad de vida de las personas presas. Sus funciones principales pueden incluir:

  • Evaluación y diagnóstico: realiza evaluaciones socioeducativas de los internos para identificar sus necesidades, habilidades y recursos, así como los factores que puedan influir en su proceso de rehabilitación.
  • Elaboración de planes individuales: diseña planes de intervención personalizados orientados a la reinserción social y la prevención de la reincidencia, teniendo en cuenta las características y circunstancias de cada interno.
  • Acompañamiento y apoyo emocional: brinda orientación, asesoramiento y apoyo emocional a los internos durante su estancia en el centro penitenciario, fomentando su autoestima, autonomía y habilidades sociales.
  • Intervención socioeducativa: desarrolla actividades y talleres educativos dirigidos a potenciar las habilidades sociales, laborales y personales de los internos, así como a promover valores positivos y la responsabilidad ciudadana.
  • Coordinación interdisciplinaria: trabaja de manera colaborativa con otros profesionales del centro penitenciario, como psicólogos, trabajadores sociales, abogados y personal de seguridad, para garantizar una atención integral y coordinada a los internos.
  • Seguimiento y evaluación: realiza un seguimiento continuo de la evolución de los internos, evaluando el impacto de las intervenciones realizadas y ajustando los planes de trabajo según sea necesario.

El educador social en un centro penitenciario facilita el proceso de reinserción social de los internos. Este profesional toma la iniciativa, proporcionándoles herramientas y recursos para afrontar positivamente su situación y promoviendo su desarrollo personal y social dentro y fuera del ámbito penitenciario.

Requisitos y estudios para ser educador en cárceles: ¿son oposiciones?

En España, para trabajar como educador/a social en centros penitenciarios, generalmente se requiere tener una formación específica en educación social, trabajo social u otras disciplinas afines.

Los requisitos pueden variar según la convocatoria y la institución empleadora, la Generalitat de Cataluña (que gestiona las prisiones en su territorio) o el Estado español, pero por lo general incluyen:

  • Titulación: es necesario contar con una titulación universitaria en Educación Social, Trabajo Social, Psicología, Pedagogía u otra disciplina relacionada con las ciencias sociales.
  • Nacionalidad: ser ciudadano español o de algún país miembro de la Unión Europea.
  • Edad: tener cumplidos los 16 años y no exceder la edad máxima de jubilación forzosa.
  • Capacidad funcional: poseer la capacidad funcional necesaria para el desempeño de las funciones propias del puesto.
  • Habilitación: no haber sido separado del servicio del Estado, de la Administración Autonómica, Local o Institucional ni hallarse inhabilitado para el ejercicio de funciones públicas.
  • Antecedentes: no haber sido condenado por delito doloso, ni separado del servicio del Estado, de la Administración Autonómica, Local o Institucional, ni hallarse inhabilitado para el ejercicio de funciones públicas.

En cuanto a la forma de acceso al puesto de educador en centros penitenciarios, en muchos casos se accede a través de un proceso selectivo, que puede ser mediante oposiciones u otros sistemas de selección pública.

En el caso de las oposiciones, se suele convocar un concurso-oposición que consta de varias fases, como pruebas escritas, pruebas prácticas, valoración de méritos, y/o entrevistas personales.

Es importante consultar las convocatorias específicas de cada institución (Estado o Generalitat) para conocer los requisitos y el proceso de selección concreto en cada caso.

¿Qué salario percibe un educador social en centros penitenciarios?

En España, el salario de un educador social que trabaja en centros penitenciarios puede variar dependiendo de varios factores, como la experiencia laboral, la ubicación geográfica y el tipo de institución en la que trabaje.

En términos generales, el sueldo promedio de un educador social en un centro penitenciario suele estar dentro de la escala salarial de los funcionarios públicos, ya que estos centros son gestionados por la administración pública. Su salario se fija en las tablas del PGE dentro de las retribuciones del personal funcionario.

Según el Grupo de Clasificación Profesional de los funcionarios públicos en España, un educador social en un centro penitenciario puede pertenecer al grupo A2 o C1, dependiendo de la categoría y responsabilidades del puesto.

En el caso del grupo A2, que incluye a los técnicos superiores, el salario inicial puede rondar los 30.000 – 35.000 euros brutos anuales, aproximadamente.

Por otro lado, en el grupo C1, que incluye a los técnicos medios, el salario inicial podría estar en torno a los 25.000 – 30.000 euros brutos anuales.

Es importante tener en cuenta que estos valores son aproximados. Pueden variar según los complementos salariales.

Además, los salarios suelen aumentar con la antigüedad (los famosos trienios de los/as funcionarios/as) y la progresión en la carrera profesional.

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